¡Hola, trotamundos! Cuando piensas en Mykonos, quizás te viene a la mente el azul eléctrico del Egeo y la fiesta hasta el amanecer. Pero permíteme decirte que hay otro Mykonos, uno que te susurra historias antiguas y te envuelve en una calma que no esperas. Para encontrarlo, tienes que ir hacia el centro de la isla, a un pequeño pueblo llamado Ano Mera, donde te espera un lugar muy especial: el Monasterio de Panagia Tourliani.
Imagina que dejas atrás el bullicio y, paso a paso, el sonido de los motores se desvanece, reemplazado por el suave repicar de las campanas lejanas y el murmullo del viento entre los olivos. A medida que te acercas, el aire se vuelve más fresco, llevando consigo un leve aroma a incienso mezclado con el dulzor de la tierra seca y el salitre del mar que, aunque lejos, nunca olvidas que está ahí. Sientes la gravilla bajo tus pies y, de repente, la imponente fachada encalada del monasterio se alza ante ti, un faro de paz en medio de la isla.
Al cruzar el umbral, el tiempo parece detenerse. Tus dedos rozan la piedra fría y pulida de los muros, testigos silenciosos de siglos de devoción. El espacio interior es íntimo, y el eco de tus propios pasos se suma a un silencio reverente. Puedes percibir el olor a madera antigua y a cera de vela, una fragancia que te ancla en el presente mientras te conecta con el pasado. Aquí, la luz se filtra suavemente a través de las pequeñas ventanas, iluminando los iconos dorados y las intrincadas tallas de madera del iconostasio, invitándote a sentir la historia no solo con los ojos, sino con cada fibra de tu ser.
Si planeas visitar este rincón de serenidad:
* Mejor momento: Temprano por la mañana (antes de las 10:00 AM) o a última hora de la tarde (después de las 4:00 PM). La luz es preciosa y la temperatura más agradable.
* Para evitar multitudes: Huye del mediodía, especialmente si hay cruceros grandes en el puerto de Mykonos. El monasterio es pequeño y se llena rápido.
* Tiempo de visita: Con 30 a 45 minutos es suficiente para explorar tranquilamente la iglesia principal y el pequeño museo. No es un lugar para pasar horas.
Y un par de cosas más a tener en cuenta:
* Qué "saltarse": No es que haya algo que saltarse, pero no esperes un complejo enorme con jardines extensos. Es una iglesia principal y un pequeño museo. Ajusta tus expectativas para apreciar su encanto humilde y auténtico.
* Vestimenta: Como en todos los lugares religiosos en Grecia, asegúrate de cubrirte los hombros y las rodillas. Llevan pañuelos a la entrada por si se te olvida, pero siempre es mejor ir preparado.
* Alrededores: El monasterio está en el corazón de Ano Mera, un pueblo encantador. Después de la visita, tómate un café griego o prueba la comida local en la plaza del pueblo. Hay varias tabernas y cafeterías con baños disponibles para los clientes.
¡Hasta la próxima aventura!
Olya from the backstreets