Los senderos en Bodegas Salentein son de grava compactada. Presentan una anchura generosa, facilitando un tránsito cómodo para los visitantes. Suaves desniveles se adaptan a la topografía natural del valle de Uco. Guían fluidamente el recorrido entre viñedos, la bodega y el espacio de arte.

Bodegas Salentein resplandece al inicio del otoño, cuando el aire se satura de aromas a mosto y tierra fresca. El sonido ambiente lo componen el susurro del viento entre los viñedos y un murmullo contenido de visitantes concentrados. La multitud es escasa, permitiendo una inmersión profunda en la arquitectura y el paisaje circundante. Así, el lugar revela su verdadera escala, lejos de la efervescencia estival, invitando a la contemplación serena.

¡Hola, amantes de la aventura y el buen vino!

Al llegar a Bodegas Salentein, en el corazón del Valle de Uco, la primera impresión es sobrecogedora. La arquitectura moderna, casi monacal, emerge de la tierra con una elegancia que dialoga directamente con la majestuosidad de los Andes que la abrazan, pintando un lienzo donde el cemento y la vid se fusionan bajo el cielo mendocino. No es solo una bodega; es una experiencia integral, diseñada para cautivar todos los sentidos. Sus cavas subterráneas, construidas en forma de cruz andina, evocan una sensación de reverencia, donde el aire fresco y el aroma a roble y uva en fermentación envuelven los sentidos. La luz tenue resalta las barricas, como guardianes silenciosos de futuros elixires.

Pero lo que realmente te ancla a Salentein es su galería Killka. Recuerdo claramente un momento allí: frente a una pieza precolombina, la guía nos explicó cómo el arte y el vino se entrelazan para honrar la historia y la tierra. No era una exposición aleatoria; era una declaración de principios, una forma de decir que cada botella contiene el espíritu de este paisaje y sus raíces ancestrales. Esa conexión profunda entre cultura, arte y *terroir* es lo que hace que Salentein resuene mucho más allá de una simple degustación, transformando cada sorbo en un viaje.

¡Hasta la próxima aventura vinícola!

La entrada principal de Bodegas Salentein, con su singular arquitectura circular de piedra, atrae todas las cámaras. Encuadra la estructura completa junto a los Andes; la luz ideal es a media tarde para tonos dorados. La cava subterránea es otro punto clave por su diseño radial de barricas. Usa un gran angular para captar su inmensidad, aprovechando la luz dramática del óculo central.

La arquitectura de Salentein y su colección de arte andino son impresionantes. El tour, sin embargo, se siente demasiado comercial y algo apresurado. La verdadera sorpresa fue la excelencia culinaria de su restaurante, inesperada en una bodega. A pesar de su belleza, la visita carece de la intimidad personal que uno busca en el Valle de Uco.

Alquilar sillas de ruedas o scooters cerca de Bodegas Salentein no es inmediato. La opción más viable es contactar con antelación una ortopedia en Tunuyán o Mendoza capital. Deben consultar precios directamente y coordinar el retiro o envío, que podría tener costo extra. Algunos hoteles de la zona pueden facilitar contactos o incluso tener disponibilidad para sus huéspedes.

Se recorre la cava subterránea, donde el silencio resalta el aroma del roble añejo. En copas selectas, se descifran las capas de sabor de sus vinos de altura. La galería Killka invita a contemplar arte andino en un entorno singular. Finalmente, el almuerzo marida la gastronomía local con vistas panorámicas a la Cordillera.

¡Amantes de la buena vida y los paisajes que quitan el aliento, hoy les llevo a un rincón mágico de Mendoza!

Al adentrarse en Bodegas Salentein, la magnitud de su arquitectura, una fusión de piedra, madera y cristal, se eleva majestuosa contra el telón de los Andes. Es una sinfonía visual donde la modernidad abraza la tradición, con viñedos que se extienden como alfombras verdes hasta el horizonte nevado. Descender a su icónica cava circular es una experiencia casi espiritual; el aire se vuelve fresco, denso, y el silencio solo es interrumpido por el eco de los pasos y el leve crujido de la madera. Aquí, entre hileras de barricas que guardan tesoros enológicas, hay un detalle que a menudo pasa desapercibido: el aroma profundo y terroso que impregna el aire, un olor a tiempo, a madera que respira y a la tierra misma que nutre la vid, distinto al bouquet que el vino despliega en la copa. Es la esencia del lugar, un susurro olfativo que te conecta con la paciencia y el arte de la creación. La degustación final, con el vino en copa, es el culmen de este viaje sensorial, donde cada sorbo es un paisaje líquido.

¿Listos para su próxima aventura mendocina? ¡Nos vemos en el camino!

La altitud en Valle de Uco (aprox. 1200m) puede causar mareo leve; hidrátate constantemente con agua. La degustación excesiva compromete la lucidez; alterna cada copa con un vaso de agua. Nunca conduzcas tras beber; reserva un chofer o taxi con antelación para tu regreso seguro. Protege tu piel del sol intenso y usa calzado cómodo para recorrer sus extensos jardines.

Sí, Salentein ofrece avistamiento de aves gracias a su entorno de viñedos y estribaciones andinas. Es común avistar diucas y chingolos, cuyos trinos resuenan entre las vides. Los senderos perimetrales y las áreas cercanas a la flora nativa son los puntos más tranquilos. La actividad es máxima al amanecer o atardecer, especialmente durante la primavera mendocina.