Si cierras los ojos, imagina que el aire es diferente aquí, más puro, con un aroma verde y terroso que te envuelve. Es el olor a té, a tierra húmeda y a la promesa de un día tranquilo. Escuchas una brisa suave que susurra entre las hojas, y sientes el sol de la mañana calentando tu piel. Estás llegando a Choui Fong Tea Plantation en Chiang Rai, y la vastedad que te espera es una invitación a respirar hondo y sentir.
Tus pasos te llevan por senderos de grava, escuchas el crujido bajo tus pies y el suave roce de las hojas de té a tu alrededor. Es como caminar por un mar esmeralda que se extiende hasta donde alcanza la vista, subiendo y bajando por las colinas. Sientes la textura irregular del suelo, a veces firme, a veces un poco más suelto. El aire se siente fresco y limpio, una caricia constante. Puedes estirar la mano y tocar las hojas, sentir su suavidad y su frescura, como si la plantación misma te diera la bienvenida con un abrazo natural.
Para llegar, desde Chiang Rai, lo más cómodo suele ser un taxi o usar una aplicación como Grab, que te llevará directamente. Si te sientes con ganas de aventura y tienes experiencia, alquilar una scooter también es una opción popular, pero recuerda conducir con mucha precaución. Una vez allí, encontrarás un edificio principal con una cafetería y una tienda. La entrada a la plantación es gratuita; lo que pagas es lo que consumes en la cafetería, que es una parada obligatoria.
El mejor momento para visitarla es temprano por la mañana, justo cuando abren, o a última hora de la tarde, antes de que cierren. La luz es más suave, perfecta para sentir la paz del lugar, y hay menos gente. En la cafetería, no te puedes ir sin probar su matcha latte, que es cremoso y delicioso, o un té helado de la casa para refrescarte. Acompáñalo con alguna de sus tartas de té verde; la textura es suave y el sabor, auténtico.
Un pequeño aviso, de amiga a amiga, para que tu visita sea perfecta: presta atención a tus pies. Dentro del edificio principal y en la cafetería, los suelos pueden ser bastante resbaladizos, especialmente si ha llovido o si hay derrames de bebidas. Siente con los pies dónde pisas y camina con calma. Y cuando te aventuras por los senderos entre los campos de té, aunque son preciosos, el terreno puede ser irregular, con piedras sueltas o desniveles inesperados. Tus pasos deben ser firmes y conscientes. Un buen calzado, que sujete bien el pie y tenga buena suela, te dará mucha más seguridad.
Y un último consejo, para cuando estés fuera de la plantación o al regresar a Chiang Rai: sé consciente de tu entorno. Aunque Tailandia es generalmente segura, como en cualquier lugar turístico, pueden aparecer pequeños intentos de timo en la calle, como taxis que intentan cobrar de más o personas que te ofrecen "ofertas" increíbles. Confía en tu instinto. Siempre acuerda el precio del transporte antes de subir o usa aplicaciones de taxi que fijen el precio. Mantén tus objetos de valor seguros y a la vista. Relájate y disfruta, pero con esa pequeña dosis de atención que te dará tranquilidad.
Choui Fong es un lugar para desconectar, para dejar que los sentidos te guíen y para saborear la quietud. No es solo ver, es sentir cómo la naturaleza te abraza.
Un abrazo desde la carretera,
Olya desde los callejones