¡Hola, viajeros curiosos!
Si alguna vez te encuentras en Santorini y te pica la curiosidad por algo verdaderamente único, te guiaré a través de la Playa Blanca (White Beach). No es un paseo cualquiera, es una experiencia que se siente con cada poro.
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La Llegada: Un Baile de Luz y Agua
Imagina que estás en una pequeña embarcación, meciéndote suavemente sobre las olas. Sientes el sol cálido en tu piel, luego una brisa fresca que te envuelve. Escuchas el murmullo constante del mar, un ritmo hipnótico que te acompaña. De repente, el azul profundo de las aguas Egeas se encuentra con una explosión de blanco. Es casi cegador al principio, una pared de roca volcánica que se alza majestuosa, como si la tierra misma hubiera esculpido una obra de arte. El aire huele a sal y a algo mineral, antiguo. Es la primera impresión de la Playa Blanca, y es tan impactante que te roba el aliento.
*Para llegar aquí, no hay caminos terrestres. Necesitarás tomar un barco. La mayoría de los tours salen del puerto de Akrotiri (cerca de la Playa Roja) o de Perissa/Perivolos. Muchos combinan la visita con la Playa Roja y, a veces, las aguas termales volcánicas. Es la única forma de acceder y, créeme, la aproximación desde el mar es parte de la magia.*
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En la Orilla: Texturas y Susurros
Cuando la embarcación se acerca, sientes un ligero vaivén antes de que te ayuden a desembarcar. Tus pies, acostumbrados a la arena suave, se encuentran con una mezcla sorprendente. No es la arena fina y blanca que podrías imaginar, sino una combinación de guijarros oscuros y pequeñas piedras volcánicas, salpicadas por fragmentos blancos que se han desprendido de los acantilados. Cada paso es una pequeña aventura táctil. Levanta la vista y toca las paredes rocosas que te rodean; sentirás su aspereza, su frescura. Son imponentes, te hacen sentir pequeño y, a la vez, conectado con la inmensidad de la naturaleza. Escucha el eco de las olas rompiendo suavemente contra la base de los acantilados, un sonido que te envuelve en este anfiteatro natural.
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El Agua: Un Mundo de Claridad
Ahora, sumérgete. Sientes el agua, sorprendentemente fresca y tan clara que parece invisible. Es como si estuvieras flotando en el aire. Si te atreves a poner la cabeza bajo el agua, el mundo cambia. La luz se filtra de una manera mágica, iluminando el fondo marino de guijarros y rocas con tonos azules y verdes. Escuchas el suave roce del agua contra tu piel, y quizás el lejano murmullo de tu propia respiración. Puedes casi "ver" con tus manos la pureza del agua. Los acantilados blancos se sumergen directamente en el mar, creando un telón de fondo dramático incluso bajo la superficie. Es un lugar perfecto para simplemente flotar y dejarte llevar, sintiendo la ingravidez y la paz.
*El agua es cristalina y perfecta para el snorkel. Si tienes tu propio equipo, ¡tráelo! No hay muchas instalaciones en la playa (ni tiendas, ni restaurantes), así que asegúrate de llevar tu propia agua y algunas provisiones. Y un consejo de amiga: unas buenas sandalias de agua o escarpines te salvarán los pies de los guijarros al entrar y salir del mar.*
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El Adiós: Un Recuerdo Táctil
A medida que el sol comienza a inclinarse, las sombras se alargan y el blanco de los acantilados adquiere un brillo casi etéreo, un oro pálido que se mezcla con el rosa. Sientes cómo el aire se vuelve un poco más fresco, pero la calidez del día aún perdura en tu piel. La quietud de la playa, rota solo por el suave murmullo del mar, te invita a una última contemplación. Guarda esa sensación: la aspereza de la roca, la frescura del agua, el olor salino que impregna el aire. Es un lugar que no solo ves, sino que sientes con cada fibra de tu ser. Al volver al barco, te llevas contigo no solo una imagen, sino una experiencia táctil y profunda que perdura mucho después de haberte marchado.
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Notas Prácticas para Tu Visita
* Mejor momento: Intenta ir a primera hora de la mañana o al final de la tarde para evitar las multitudes, especialmente en temporada alta. La luz también es más suave y mágica.
* Qué llevar: Imprescindible protector solar (el sol de Santorini es intenso), un sombrero, gafas de sol, mucha agua, algunos snacks y, como te dije antes, ¡escarpines!
* Servicios: No hay baños ni restaurantes en la playa. Es una experiencia de "playa virgen", así que ven preparado.
* Duración: Con una o dos horas es suficiente para disfrutar, nadar y absorber la atmósfera. No es una playa para pasar el día entero, sino para una visita memorable.
Espero que esta pequeña guía te ayude a sentir la Playa Blanca antes incluso de llegar. ¡Disfrútala!
Con cariño desde el camino,
Léa desde el camino