Imagina que el mundo se ha puesto patas arriba. Literalmente. Cuando llegues a WonderWorks Orlando, lo primero que te golpea es la imagen: un edificio clásico, enorme, pero invertido, como si una fuerza colosal lo hubiera arrancado de raíz y lo hubiera dejado caer de cabeza. Es una sensación extraña, casi de vértigo, antes de poner un pie dentro. No hay olores particulares al principio, solo el murmullo de la gente y la expectación en el aire, como cuando estás a punto de descubrir un secreto.
Una vez que pasas la entrada, te encuentras en el lobby. Para "alinearte" con el edificio, tienes que cruzar un túnel de inversión. No es largo, pero sientes un leve mareo, como si la gravedad jugara contigo mientras el suelo y las paredes se inclinan. Es una transición rápida, y de repente, estás dentro del mundo al revés. Aquí es donde empezamos: la zona de los Desastres Naturales. Entra en la sala del Titanic y el frío te cala los huesos, como si estuvieras en medio del Atlántico. Luego, en el simulador de huracanes, el viento te empuja con una fuerza que te hace tambalear, sientes cómo el aire te golpea la cara y te despeina. Escuchas el rugido del viento, casi como si la naturaleza te susurrara al oído su poder.
Desde los desastres, te moverás hacia la zona de Retos Físicos y Ciencias. Aquí, puedes meter las manos en una cama de clavos (¡tranquilo, es seguro!). Sientes un leve cosquilleo, una presión uniforme, no dolor. Luego, camina hacia el piano de luces gigante. Cuando pisas las teclas, sientes la vibración en tus pies y el sonido te envuelve, creando una melodía juguetona. Es un lugar donde la curiosidad se despierta al tacto y al oído. No te detengas demasiado en cada estación, elige las que más te intriguen.
Continúa tu ruta natural hacia el Laboratorio de la Imaginación. Aquí es donde puedes diseñar tu propia montaña rusa virtual. Te sientas en una silla que vibra y se mueve, y aunque no hay viento real, la combinación de la imagen y el movimiento te da la sensación de estar en una. Sientes la emoción de las subidas y bajadas, la adrenalina virtual. Si no eres muy fan de los juegos de arcade, puedes pasar de largo la zona de máquinas recreativas que a veces se siente un poco como un extra si ya estás cansado.
Ahora, para el final, guarda lo mejor: la Cuerda de Desafío de Aventura Interior (el ropes course). Está en la parte más alta, y es un verdadero reto. Sientes la textura rugosa de la cuerda en tus manos mientras te agarras fuerte. Tus pies buscan el siguiente apoyo, y sientes el ligero bamboleo del puente bajo tus pies. El aire fresco te golpea la cara mientras miras hacia abajo, una mezcla de nervios y emoción. Es una sensación de logro increíble cuando llegas al final. Asegúrate de llevar calzado cerrado para poder hacerlo.
Para resumir, mi ruta ideal para ti sería
1. Inicio: El túnel de inversión y la zona de Desastres Naturales. Te sumerges de lleno en la experiencia.
2. Continuación: Retos Físicos y Ciencias. Explora lo que te llame la atención, no te detengas en cada estación.
3. Exploración: Laboratorio de la Imaginación. Diseña y "siente" tu montaña rusa.
4. Opcional/Skip: La zona de Arcade y Laser Tag en el sótano. Si no tienes mucho tiempo o no te interesan los juegos, puedes saltártela. Es un buen lugar si quieres un descanso o si buscas un extra de diversión con amigos, pero no es la esencia de WonderWorks.
5. Para el final: La Cuerda de Desafío de Aventura Interior. Es el clímax, la actividad que más energía y tiempo requiere, y te dejará con una sensación de triunfo.
Mi consejo es que vayas temprano para evitar las multitudes y disfrutar de cada estación con más calma. Es un lugar para experimentar con todos tus sentidos, no solo para ver.
Olya from the backstreets