¿Sabes? Hay lugares que no solo ves, sino que *sientes* con cada fibra de tu ser. Wat Umong, el Templo del Túnel en Chiang Mai, es uno de esos. Imagina que el sol de la mañana apenas empieza a calentar el aire, pero aquí, bajo tierra, la temperatura es diferente. Al entrar en los túneles, un frescor húmedo te envuelve. El aire huele a tierra mojada y a piedra antigua, casi como si pudieras oler el tiempo. Das un paso y el eco de tus pisadas se pierde en la oscuridad relativa, un sonido suave que te acompaña mientras tus manos rozan las paredes rugosas y frescas. Escuchas el murmullo de la gente, voces que se amortiguan en este laberinto subterráneo. Al avanzar, puedes sentir la curvatura de los pasadizos, una cueva construida por el hombre que te guía hacia pequeñas hornacinas donde reposan figuras de Buda, silenciosas, invitándote a la quietud.
Después de explorar la frescura de los túneles, sales de nuevo a la luz, pero no a la prisa de la ciudad. Aquí, el templo está inmerso en un bosque de meditación. Puedes sentir la suave brisa moviendo las hojas de los árboles sobre tu cabeza, y si cierras los ojos, el canto incesante de las cigarras te envuelve, creando una sinfonía natural. El olor del aire cambia; ahora es más fresco, con toques de vegetación tropical y, a veces, el incienso que se quema en el templo principal. Camina despacio, siente la tierra bajo tus pies o el suave pavimento. Escucha el chapoteo de los peces en el gran estanque cuando la gente les da de comer, y el sonido ocasional de una tortuga emergiendo. Es un lugar para la calma, donde el silencio es tan tangible como el sol filtrándose entre las ramas, acariciando tu piel.
Para que tu visita sea lo más tranquila y auténtica posible, aquí tienes algunos trucos:
* Mejor momento del día: Temprano por la mañana (antes de las 9:00 AM) o al final de la tarde (después de las 4:00 PM). El sol es menos intenso y la luz es preciosa.
* Para evitar multitudes: Evita los fines de semana y los días festivos tailandeses. Los grupos de turistas suelen llegar entre las 10:00 AM y las 2:00 PM. Si vas en temporada alta (noviembre-febrero), ve *muy* temprano.
En cuanto a cuánto tiempo dedicarle y qué no perderte:
* Tiempo de visita: Con una hora y media o dos horas es suficiente para explorar los túneles y pasear tranquilamente por el bosque de meditación. Si quieres sentarte a meditar o simplemente absorber la atmósfera, puedes extenderlo a tres horas.
* Qué no saltarse:
* Los túneles: Obvio, pero son el corazón del lugar. Tómate tu tiempo para sentirlos.
* El estanque de los peces y tortugas: Es un lugar encantador y relajante. Puedes comprar comida para ellos.
* El bosque de meditación: No es solo un jardín, es un espacio para la introspección. Busca las citas y los aforismos en los árboles y paredes.
* La chedi (estupa) principal: Está en la parte superior, es bonita y ofrece una vista tranquila del entorno.
* Qué "saltarse" (o no priorizar): No hay nada que realmente debas "saltarte" aquí, todo es parte de la experiencia. Quizás, si tienes poco tiempo, podrías no detenerte demasiado en las tiendas de souvenirs pequeñas que hay cerca de la entrada.
Y para que no te falte de nada mientras estás allí:
* Baños: Hay baños limpios disponibles cerca de la entrada principal y también cerca del estanque.
* Cafeterías: No hay una cafetería grande dentro del recinto del templo, pero justo fuera de la entrada principal, a lo largo de la carretera, encontrarás algunas pequeñas tiendas que venden bebidas frías y algunos snacks. Hay cafeterías más grandes y con mejor oferta a poca distancia en scooter o taxi en la zona de Suthep.
* Código de vestimenta: Como en todos los templos tailandeses, vístete con respeto. Hombros y rodillas cubiertas. Si no llevas la ropa adecuada, a veces hay pareos o sarongs disponibles para alquilar o comprar a la entrada.
* Transporte: Wat Umong está un poco alejado del centro de Chiang Mai. Lo más fácil es ir en Grab (la versión asiática de Uber), en taxi rojo (songthaew) o en scooter si te sientes cómodo conduciendo. No es un lugar al que se llegue caminando fácilmente desde el centro.
¡Espero que lo disfrutes tanto como yo!
Un abrazo desde la carretera,
Olya de las callejuelas