¡Amigo! Si hay un lugar en Nueva Orleans que te abraza con su historia y su lujo, ese es el Hotel Monteleone. Imagina que abres esas grandes puertas giratorias de madera y latón. Lo primero que sientes es el fresco alivio del aire acondicionado, un contraste delicioso con el calor húmedo de Royal Street. El aroma es una mezcla sutil de antigüedad, pulido y un toque dulce que viene del bar, como a licor y azúcar moreno. Escuchas el suave murmullo de conversaciones, el clic-clac ocasional de tacones sobre el mármol, y el distante tintineo de copas. Justo ahí, en ese gran vestíbulo, con sus techos altos y sus arañas de cristal que parecen llover luz, es tu primera parada natural para una foto. Sientes la alfombra gruesa bajo tus pies, invitándote a levantar la vista. Es el punto de partida perfecto para capturar la grandiosidad del lugar.
Desde el vestíbulo, sigues el suave zumbido y el aroma a cóctel, y te diriges al famoso Carousel Bar. Aquí, la magia es palpable. Imagina que te sientas en uno de los taburetes de terciopelo y sientes el movimiento más leve bajo tus pies. No es un mareo, es una danza lenta, un giro constante que te envuelve. Escuchas el hielo chocando en las cocteleras, las risas de la gente, y a veces, la melodía suave de un piano de jazz. Para una foto, este es el lugar para capturar la atmósfera vibrante. Puedes intentar un plano general que muestre la barra circular en movimiento, o si te acercas, un primer plano de tu cóctel con las luces cálidas del carrusel difuminadas al fondo. El mejor momento para esto es al atardecer o por la noche, cuando las luces del bar brillan y el ambiente es más íntimo y animado. A tu alrededor, verás a locales y visitantes, todos hipnotizados por el giro suave y el ambiente festivo.
Si subes por la gran escalera del vestíbulo hasta el entresuelo, encontrarás otro ángulo increíble. Desde aquí, tienes una vista panorámica del vestíbulo principal, con sus majestuosas arañas de cristal colgando como gotas de rocío gigantes. Sientes la barandilla lisa bajo tus manos mientras te asomas. El sonido de abajo es más suave, como un eco lejano. Puedes capturar la simetría del vestíbulo, la elegancia de los candelabros, o incluso la gente moviéndose por debajo, creando una sensación de escala. A tu alrededor, hay cómodos sofás y pequeños rincones, perfectos para sentarse y observar. La luz natural entra por las ventanas durante el día, dándote una iluminación suave y uniforme, ideal para capturas detalladas. Por la noche, las luces artificiales realzan la opulencia, creando un ambiente más dramático y suntuoso para tus fotos.
Fuera del hotel, en Royal Street, la fachada misma del Monteleone es un icono. Camina un poco hacia atrás para tener una perspectiva más amplia. Sientes el pavimento irregular de la calle, el leve murmullo del tráfico y, a veces, la música de un músico callejero. El aire es más denso, con el aroma a jazmín o a café tostado flotando desde alguna cafetería cercana. Para una foto, busca el famoso letrero del hotel, que se alza con orgullo sobre la entrada. Puedes capturar la arquitectura clásica del edificio, con sus balcones de hierro forjado y sus detalles ornamentados. El mejor momento para esto es al final de la tarde, justo cuando el sol comienza a caer y las luces de la calle y el letrero se encienden. Es la "hora azul", y crea un contraste espectacular entre el cielo oscureciéndose y las luces cálidas del hotel. Verás a la gente paseando, carruajes de caballos pasando, y la vida del Barrio Francés fluyendo a tu alrededor.
Y un último consejo, de amiga a amiga: no te obsesiones solo con la foto perfecta. El Monteleone es un lugar para sentir. Para capturar su esencia, presta atención a los detalles: el pomo de una puerta antigua, el patrón del papel tapiz, el reflejo de las luces en el suelo pulido. A veces, la mejor foto no es la más obvia, sino la que captura un sentimiento, una pequeña historia que viviste allí. No tengas miedo de probar diferentes ángulos o de esperar el momento justo. Y, sobre todo, disfruta de cada sonido, cada aroma y cada textura que este lugar tan especial te ofrece.
Olya from the backstreets.