¡Hola, explorador! Imagina que el sol de Lisboa acaricia tu piel, suave, mientras el aire salado del Atlántico te roza la cara. Estás en la parada, esperando. No ves el amarillo vibrante, pero sientes el suelo vibrar. Escuchas el traqueteo lejano que se acerca, un sonido que te transporta a otra época. Sientes el viejo tranvía detenerse con un chirrido, el vaho de la gente, el olor a madera antigua y a los dulces pasteles de nata que se cuelan desde alguna pastelería cercana. Te subes, y cada curva es un vaivén suave que te mece, mientras el sonido de las conversaciones en portugués y el repiqueteo de las campanas del tranvía te envuelven. Es como si la ciudad misma te hablara, contándote sus secretos a través de cada giro, cada subida empinada que te empuja hacia atrás en el asiento, cada bajada que te hace sentir que flotas.
Para que esta experiencia sea tan fluida como el recorrido del tranvía, aquí tienes unos consejos prácticos, directos al grano:
* Mejor momento del día: Si buscas sentir la calma de la ciudad despertando o el romanticismo del atardecer, sube entre las 6:00 y las 7:00 de la mañana o después de las 19:00. A esas horas, el aire es más fresco y el tranvía, menos concurrido. Podrás encontrar un asiento y disfrutar del traqueteo sin agobios.
* Cómo evitar multitudes: Evita a toda costa las horas pico entre las 9:00 y las 18:00, especialmente en fines de semana y temporada alta (verano y festivos). El Tram 28 es una atracción turística, y a esas horas se convierte en una lata de sardinas. Si solo puedes ir de día, intenta un día de semana muy temprano o muy tarde.
* Cuánto tiempo dedicarle: El recorrido completo de ida y vuelta dura aproximadamente 1 hora y 40 minutos sin bajarse. Sin embargo, te recomiendo comprar un billete de 24 horas (Viva Viagem) y bajarte en puntos clave como Alfama, el Mirador de Santa Luzia o el Barrio Alto, explorar a pie por unos 30-60 minutos cada zona, y luego volver a subir. Así, puedes vivir el recorrido y también tocar la esencia de los barrios.
* Qué saltarse o evitar:
* No compres el billete directamente al conductor: es más caro (3€ por trayecto) y no te permite transbordos. Consigue una tarjeta recargable "Viva Viagem" en cualquier estación de metro o quiosco y carga viajes o, mejor aún, un pase de 24 horas (6,80€).
* No lo uses si tienes prisa: es lento, se detiene con frecuencia y puede quedarse atascado en el tráfico. No es un medio de transporte eficiente para ir de un punto A a un punto B rápidamente.
* No esperes comodidad: los asientos son duros y el espacio es limitado, especialmente si va lleno. Es parte de su encanto, pero prepárate.
* Consejos locales útiles:
* Baños: Los baños públicos son escasos y no siempre están limpios. Lo más práctico es usar los de los cafés o restaurantes si vas a consumir algo. Antes de subirte al tranvía, busca un café cercano.
* Cafés cercanos: En la zona de Martim Moniz (inicio del recorrido), hay muchas pastelerías pequeñas donde puedes tomar un café y un pastel de nata. Si te bajas en Alfama, busca "A Brasileira" para un café clásico o cualquier "tasca" local para un ambiente auténtico.
* Seguridad: Como en cualquier lugar turístico con aglomeraciones, ten cuidado con tus pertenencias. Los carteristas son comunes, especialmente en las horas punta. Lleva tu mochila o bolso delante.
Espero que disfrutes cada sonido y cada sensación de este viaje.
Marco por el mundo