¡Hola, exploradores!

Imagina que estás de pie sobre algo vasto, pero con una forma tan clara que casi puedes sentirla con las manos: la de una palmera. Aquí, en la Palm Jumeirah, sientes el suelo firme bajo tus pies, una extensión inmensa de tierra ganada al mar. La brisa te roza la piel, llevando el eco lejano de la ciudad, pero lo que predomina es la amplitud. Escuchas quizás el suave murmullo del agua si te acercas al borde, o simplemente el silencio de un espacio tan deliberadamente creado. No hay aglomeraciones, no hay muros que te opriman. Es una sensación de apertura, de diseño a gran escala que te envuelve.

Olvídate de adoquines o callejuelas estrechas. Aquí, los caminos son un testimonio de la modernidad y la comodidad. Son amplias avenidas de asfalto liso para los vehículos, y a su lado, impecables aceras que invitan a caminar sin tropiezos. El "tronco" central es la arteria principal. Por ahí pasa el monorriel, y es el punto de partida para cualquier exploración. Desde este tronco, los caminos se ramifican como las "hojas" de la palmera, llevándote a las diferentes frondas. Para entender su magnitud y cómo se distribuye, el monorriel es ideal. Luego, si quieres sentir el lugar, camina por las aceras de una fronda o incluso alquila una bici. Son caminos hechos para fluir.

Estos caminos no son caprichosos; son una declaración de intenciones, un trazado deliberado que te lleva. Al caminar sobre ellos, sientes una uniformidad bajo tus pies, una superficie pulcra y predecible. No hay sobresaltos, solo una marcha suave y constante. Cada giro, cada bifurcación te dirige con propósito: hacia la orilla del mar, la entrada de un hotel majestuoso o una zona residencial tranquila. Los caminos en la Palm Jumeirah infunden una sensación de orden y serenidad. Escuchas el suave susurro de los neumáticos de los coches de lujo deslizándose sin esfuerzo sobre el asfalto impecable. Sientes el calor del sol rebotando en las superficies claras y amplias, y el aire es siempre limpio y abierto. No solo te guían físicamente; te invitan a mirar, a percibir la inmensidad que te rodea. La amplitud de los caminos te hace sentir que cada paso es parte de una exploración significativa, enmarcando vistas espectaculares del horizonte o del agua que te rodea.

¡Hasta la próxima aventura!

Leo en el camino

¿Cuándo se siente mejor Palm Jumeirah en Dubái? No es solo una fecha en el calendario, es una sensación que te envuelve, una experiencia que se vive con cada poro de la piel.

El Momento Ideal, Una Caricia Sensorial

Imagina que el calendario marca entre noviembre y marzo. No es solo el mes, es lo que el aire te susurra. Sientes una brisa suave, constante, que no te roza, sino que te acaricia la piel como una seda fresca. El sol te besa suavemente, cálido pero nunca abrasador, invitándote a quedarte afuera.

El aire huele a sal marina, sí, pero también a algo más sutil: a la limpieza casi quirúrgica de un lugar impecable, mezclado con las notas florales de algún jardín cercano y un eco lejano de perfumes de lujo que flotan con la gente. No hay esa pesadez pegajosa del verano.

Escuchas un murmullo constante pero suave: el chapoteo rítmico de las olas contra las orillas, el lejano zumbido de un yate deslizándose sobre el agua, las risas contenidas de niños jugando en la arena, y a veces, una música ambiental suave que escapa de algún resort. Todo se mezcla en una sinfonía de calma y lujo discreto. Caminas descalzo por la arena, que está fresca y suave bajo tus pies, o sientes el mármol pulido de los paseos, fresco al tacto. Es un momento para respirar hondo y sentirte ligero.

La Danza de la Gente

En esta época dorada (noviembre-marzo), la multitud es una mezcla vibrante pero nunca agobiante. Verás familias de todo el mundo, parejas de la mano, grupos de amigos disfrutando del sol. La gente está activa, sí, pero con una energía relajada. Se pasean, nadan, comen en terrazas. Es una multitud que se difunde, no se aglomera. Hay espacio para todos.

Fuera de esta temporada, especialmente en los meses de verano (junio-septiembre), la Palm Jumeirah se siente más vacía en sus exteriores. La gente se refugia en los interiores con aire acondicionado: centros comerciales, restaurantes, piscinas cubiertas. El paseo al aire libre se vuelve una proeza, no un placer.

El Clima, Un Cambiador de Estado de Ánimo

El clima es el director de orquesta de las emociones en Palm Jumeirah. Cuando el aire es fresco y la brisa ligera (ese "invierno" emiratí), el ánimo general es de pura expansión. La gente sonríe más, se mueve con más libertad, la energía es palpable y contagiosa. Te sientes con ganas de explorar, de quedarte, de vivir cada momento al aire libre. La Palm se abre, te invita a ser parte de ella.

Pero cuando el calor aprieta, sobre todo en verano, la atmósfera cambia radicalmente. El aire se vuelve denso, pesado, casi opresivo. La energía se contrae. La gente se mueve más lento, buscando la sombra o el refugio del aire acondicionado. La Palm, que antes te invitaba a sus exteriores, ahora te empuja hacia sus interiores, hacia los oasis refrigerados. La sensación es de supervivencia más que de disfrute, y la belleza exterior se percibe a través de un velo de sudor. Si vienes en verano, planifica tus actividades para el amanecer o el atardecer si quieres sentir el exterior, y prepárate para pasar la mayor parte del día en interiores.

Espero que esto te dé una idea de cómo se *siente* la Palm Jumeirah.

Un abrazo desde la carretera,

Léa from the road

¡Hola, trotamundos! Hoy nos vamos a un lugar que desafía la imaginación, donde el desierto se encuentra con el mar de una forma que nunca antes habías sentido: la Palm Jumeirah en Dubái.

Palm Jumeirah: Un Abrazo de Arena y Mar

Cierra los ojos un momento y siente. Imagina que el aire que te envuelve es una mezcla cálida de brisa marina y el suave perfume de las flores exóticas que crecen cerca del agua. No es el aroma salado y crudo del océano abierto, sino algo más domesticado, más dulce, como si el mar mismo se hubiera perfumado para ti. Escuchas el murmullo constante de las olas que rompen delicadamente, un ritmo suave que te arrulla, lejano al bullicio de la ciudad pero siempre presente. Sientes el sol en tu piel, una caricia dorada que te invita a relajarte, a dejarte llevar. Caminas, y bajo tus pies, la arena es fina y tibia, casi sedosa, como si estuvieras pisando un sueño. Es la sensación de estar en un lugar que se atrevió a soñar en grande, donde la tierra se extendió para abrazar al mar y crear un paraíso a medida.

Tu Guía Rápida para Explorar la Palmera

¿Quieres explorar la Palmera? Lo más práctico es usar el monorraíl; te da una vista genial y te lleva directo al Atlantis, el famoso hotel al final de la "fronda" principal. Si te apetece un día de playa sin alojarte en un resort, muchos hoteles ofrecen pases de día para sus piscinas y playas privadas, ¡es una opción fantástica para un chapuzón de lujo! Para comer, hay de todo, desde restaurantes súper elegantes con vistas increíbles hasta opciones más casuales en el paseo marítimo de The Pointe. Mi consejo: si vas a un sitio concurrido o en temporada alta, reserva con antelación. Y lo más importante: ¡hidrátate mucho!, el sol de Dubái no perdona.

La Historia que Cuenta la Palmera

Mi abuela, que ha vivido aquí toda su vida, siempre me contaba una cosa sobre la Palmera. Decía que, antes, Dubái era un lugar donde la gente miraba al desierto y soñaba con el futuro. Pero cuando empezaron a construir la Palmera, era diferente. Era como si la ciudad dijera: "No solo soñamos con el futuro, sino que lo construimos con nuestras propias manos, y lo hacemos tan grande y hermoso que el mundo entero querrá venir a verlo y a sentirlo". No era solo un proyecto de construcción, era la promesa de que Dubái podía hacer cualquier cosa, incluso extender su propia costa para acoger a todos. Para ella, la Palmera es un recordatorio de la audacia y la visión de su gente.

¡Hasta la próxima aventura!

Anya de la ruta.

¡Hola, exploradores! ¿Listos para una parada fotográfica en un lugar que desafía la imaginación?

Imagina que el sol de Dubái te acaricia suavemente, no quema, solo te envuelve en un abrazo cálido. Estás de pie en el borde de un paseo marítimo, sintiendo la brisa marina que te trae un leve aroma a sal y a algo indescriptiblemente lujoso. Delante de ti, sientes la inmensidad del agua, una superficie casi espejada que refleja el cielo cambiante. Puedes escuchar el suave murmullo de las olas chocando contra el malecón, un sonido tranquilizador que se mezcla con el lejano y casi imperceptible zumbido de la ciudad. A tu alrededor, notas la amplitud del espacio, la sensación de estar en un lugar diseñado a una escala monumental. Si extiendes la mano, casi podrías tocar el aire cálido y vibrante. Este es el momento perfecto para capturar no solo una imagen, sino una sensación: la grandiosidad de Dubái al atardecer, con el icónico Atlantis alzándose majestuosamente en el horizonte, como si estuviera flotando sobre el agua.

Para esa foto icónica de Palm Jumeirah, especialmente con el Atlantis de fondo, el lugar ideal es The Pointe. Es un centro comercial y de entretenimiento al aire libre situado justo al frente del Atlantis, en la "corona" de la palmera. Cuando estés allí, busca un buen punto en el paseo marítimo o en alguna de las terrazas de los restaurantes. Tendrás el agua entre tú y el hotel, lo que crea una perspectiva impresionante. A tu alrededor hay muchos restaurantes y cafeterías con vistas espectaculares, así que puedes tomar algo antes o después, o simplemente pasear por las tiendas de lujo. Es fácil llegar en taxi o, si te sientes aventurero, puedes tomar el monorriel hasta la estación Atlantis Aquaventure y luego caminar un poco o tomar otro taxi corto.

Sin duda, el mejor momento para esa foto es la hora dorada, justo antes y durante el atardecer. La luz se vuelve suave, cálida y mágica. El cielo se tiñe de tonos naranjas, rosas y morados, y el Atlantis se ilumina con una luz espectacular, creando un contraste asombroso con el cielo. Es cuando el ambiente es más etéreo y las siluetas se vuelven dramáticas. Si te quedas un poco más, también experimentarás la "hora azul", justo después de que el sol se oculte, cuando las luces de la ciudad empiezan a brillar y el cielo adquiere un tono azul profundo, creando un contraste precioso con las luces del hotel.

¡Hasta la próxima aventura!

Maya Explora

¡Hola! Ya estoy de vuelta de Dubái y tengo que contarte todo sobre Palm Jumeirah.

Mira, lo que más me gustó, sin duda, fue la sensación de estar en un lugar que desafía la imaginación. Imagínate esto: estás de pie, y sabes que bajo tus pies hay una isla artificial con forma de palmera, ¡es una locura! Sientes la brisa marina, sí, pero es diferente, como si el lujo tuviera su propio aire. Escuchas el murmullo suave del agua y, a lo lejos, el sonido amortiguado de los coches. Pero lo que realmente te envuelve es esa quietud, una especie de burbuja de exclusividad. Puedes oler una mezcla sutil de salitre y, curiosamente, un aroma a césped recién cortado en los jardines impecables. Es una experiencia de inmensidad, de saber que estás en algo grandioso, y te sientes pequeño y maravillado a la vez, casi como si estuvieras flotando sobre un mapa.

Clara en ruta

Pero, a ver, siendo súper sincera, no todo es de color de rosa. Prepárate, porque es un lugar carísimo, amiga. Todo, desde un café hasta una botella de agua, tiene un precio de lujo. Y otra cosa que "no funcionó" para mí es que no es un lugar para caminar. Es decir, no hay calles peatonales como en otras ciudades, no puedes simplemente pasear y descubrir rincones. Necesitas coche o taxi para ir a cualquier parte, y eso le quita un poco la espontaneidad. Además, aunque es impresionante, a veces se siente un poco... artificial. No esperes encontrar una gran "autenticidad" o vibraciones locales; es un enclave de resorts y residencias de lujo. Si buscas ese tipo de conexión, quizás no es el sitio.

Clara en ruta

Y lo que más me sorprendió, de verdad, fue lo tranquila que puede llegar a ser. Con toda la fama y el glamour, yo esperaba un bullicio constante, pero en muchas zonas residenciales y en las playas de los hoteles, la paz es absoluta. Te sorprendes al escuchar solo el sonido de las olas o el canto de algún pájaro lejano, en medio de una de las ciudades más dinámicas del mundo. También me asombró lo "normal" que se siente en algunas partes, como un barrio residencial de lujo, con familias, parques y hasta pequeñas tiendas. No es solo un parque temático de hoteles; es un lugar donde la gente vive, y eso me hizo verla con otros ojos, más allá de la postal de revista.

Clara en ruta

¡Hola, explorador! Sé que Dubai puede parecer un laberinto de cristal y arena, pero créeme, es mucho más accesible de lo que piensas, ¡especialmente si necesitas un poco de ayuda para moverte!

Imagina la brisa suave del Golfo acariciando tu piel mientras te deslizas sin esfuerzo por los paseos de Palm Jumeirah. Sentirás la libertad de explorar cada rincón, desde las playas doradas hasta los vibrantes centros comerciales. Para que esa sensación de libertad sea una realidad, el alquiler de sillas de ruedas o scooters de movilidad es totalmente posible y, lo más importante, ¡bastante fácil!

Aquí te va el dato clave, sin rodeos:

* ¿Dónde ir? No esperes encontrar una tienda de alquiler de sillas de ruedas *directamente* en cada esquina de Palm Jumeirah. Lo más práctico es:

* Tu hotel: ¡Empieza por aquí! La mayoría de los hoteles de lujo en Palm Jumeirah (como el Atlantis The Palm, el Jumeirah Zabeel Saray o el W Dubai) tienen acuerdos con proveedores o incluso algunas unidades disponibles. Pregúntale al conserje; ellos son tus mejores aliados y pueden organizar la entrega directamente en tu habitación.

* Farmacias grandes y tiendas de suministros médicos: Fuera de la Palm, en zonas como Al Barsha o Sheikh Zayed Road, encontrarás varias. Busca "medical supply store Dubai" o "pharmacy with medical equipment rental" en Google Maps. Algunas de las cadenas grandes como Life Pharmacy o Aster Pharmacy pueden tener opciones de alquiler o dirigirte al lugar adecuado.

* Empresas especializadas: Hay compañías en Dubai que se dedican exclusivamente al alquiler de equipos de movilidad y ofrecen servicio a domicilio. Un ejemplo es "Mobility Solutions Dubai" o "Wheelchair Rental Dubai". Una búsqueda rápida online te dará los contactos.

* ¿Qué tan fácil es? Es bastante sencillo, especialmente si lo organizas con antelación. Dubai es una ciudad muy orientada al servicio.

* Disponibilidad: Las sillas de ruedas manuales suelen estar más disponibles. Para scooters de movilidad, es *muy recomendable* reservar con varios días de antelación, sobre todo en temporada alta.

* Costo: Varía. Una silla de ruedas manual puede costar entre 30-70 AED por día (unos 8-19 USD), y los scooters de movilidad son más caros, quizás entre 100-250 AED por día (unos 27-68 USD), con tarifas reducidas para alquileres semanales. A veces piden un depósito de seguridad.

* ¿Cómo pedir ayuda?

* El conserje de tu hotel: Insisto, es la forma más directa y cómoda.

* Llamar directamente: Si encuentras una tienda o empresa online, una llamada es lo mejor para confirmar disponibilidad, precios y opciones de entrega. Muchos hablan inglés perfectamente.

* Apps de mensajería: Algunas empresas locales también operan a través de WhatsApp.

Recuerda, la clave es planificar un poco. ¡Una vez que tengas tu silla o scooter, la Palm Jumeirah te espera con los brazos abiertos!

¡Hasta la próxima aventura!

Max en movimiento

¡Hola, explorador! ¿Así que quieres saber qué se siente al estar en la Palm Jumeirah de Dubai? No te preocupes, yo te lo cuento, como si estuviéramos allí juntos.

Imagina que te acercas, el mundo exterior empieza a cambiar. El bullicio de la ciudad se disipa un poco, sustituido por una sensación de amplitud. Sientes una sutil vibración bajo tus pies, como si te deslizaras sobre el agua, mientras el monorriel te lleva más y más adentro. Escuchas el suave zumbido de las vías, una melodía constante que te acompaña en tu viaje. No hay prisa, solo la expectativa de lo que te espera en esta gigantesca "palma" artificial.

Para llegar, lo más sencillo es coger el monorriel desde la estación Gateway. Puedes llegar a Gateway en taxi o usando el tranvía de Dubai. Ojo, el monorriel de la Palm Jumeirah no forma parte de la red de metro normal, así que necesitarás un billete aparte. Una vez allí, aunque el monorriel te lleva por los puntos principales, te recomiendo llevar calzado cómodo porque siempre hay algo que explorar a pie.

Cuando bajas del monorriel, el aire cambia. De repente, te envuelve una energía vibrante. Escuchas los gritos de alegría y las salpicaduras lejanas de un parque acuático, mezclados con el murmullo de cientos de voces. El olor a cloro se mezcla con la brisa salada del mar. Sientes el calor del sol en tu piel y, a veces, una refrescante bruma de alguna fuente cercana. Al caminar, el suelo es liso bajo tus pies, y puedes rozar la vegetación perfectamente cuidada. Es un pulso constante de actividad, un lugar que respira diversión.

Las atracciones estrella aquí son el parque acuático Aquaventure y el acuario The Lost Chambers. Además, tienes un montón de opciones para comer, desde algo rápido e informal hasta restaurantes de alta cocina. Muchos de los hoteles en la 'media luna' también ofrecen pases de día para sus playas o piscinas si buscas relajarte. Un consejo: compra tus entradas online con antelación, sobre todo para el parque acuático; te ahorrarás colas y a veces dinero.

Imagínate que caminas hacia la orilla. La arena es suave y fina bajo tus pies, cediendo ligeramente con cada paso. Escuchas el suave y rítmico chapoteo de las olas al acariciar la orilla; un sonido tranquilo y constante. El aire trae el olor limpio y salado del océano. Cuando te metes, el agua se siente cálida, casi como un baño, acariciando suavemente tus tobillos, luego tus rodillas. Puedes sentir una corriente sutil, un suave empuje y arrastre. La sensación de flotar, completamente sostenido por el agua, con el sol cálido en tu cara, es pura calma.

La mejor época para visitar Dubai en general es de octubre a abril, cuando las temperaturas son más agradables. Por las mañanas suele haber menos gente en las atracciones, así que es un buen momento para ir. Si puedes quedarte hasta el atardecer, las vistas son impresionantes. Mantente siempre hidratado, sobre todo si vas a estar al aire libre. Y un último recordatorio: siempre es bueno respetar las costumbres locales en cuanto a la vestimenta, especialmente fuera de las zonas de los hoteles.

¡Espero que te sirva para tu próxima aventura!

Cami viajera

¡Hola, exploradores del mundo!

Imagina esto: no estás en la playa bulliciosa del golfo, sino en uno de los 'frondos' interiores de la Palm Jumeirah. Cierra los ojos. ¿Sientes la calma? Aquí, el sonido del agua es diferente. No es el rugido de las olas del mar abierto, sino un suave y constante *chapoteo*, casi un susurro. Es el agua de la laguna artificial, moviéndose con una delicadeza que te sorprende en un lugar tan grandioso. Puedes casi *sentir* cómo el calor del sol ha templado esta agua, haciéndola más cálida al tacto que el mar abierto. Y si te concentras, más allá del canto lejano de alguna gaviota o el murmullo de una conversación en un balcón cercano, percibirás un *zumbido* casi imperceptible. Es el sonido de la vida moderna en la isla: el aire acondicionado de las villas, el motor silencioso de una lancha que se desliza por el canal, la propia respiración de esta maravilla de ingeniería. Es un sonido que te envuelve, recordándote que estás en un lugar creado por el hombre, pero que ha encontrado su propio ritmo.

Para experimentar esto que te cuento, te sugiero que te alejes un poco de los grandes resorts y busques uno de los pequeños paseos peatonales que bordean los canales interiores. Hay varios accesos públicos discretos entre las villas. No esperes grandes letreros; a veces es solo un pequeño sendero o una zona ajardinada que da al agua. Puedes llegar fácilmente en taxi o, si te sientes aventurero, bajarte del monorraíl en alguna de las estaciones intermedias y explorar a pie (aunque no todas las estaciones tienen salidas directas a zonas peatonales interiores, así que investiga un poco antes). La clave es buscar esos rincones más tranquilos, lejos del bullicio principal. No necesitas gastar un dineral para sentir la Palm Jumeirah de una manera diferente. Solo necesitas curiosidad y un poco de paciencia para encontrar tu propio oasis de calma.

¡Hasta la próxima aventura!

Sofía de Ruta

¡Hola, aventurero!

Imagina que el sol de Dubái te acaricia la piel, cálido y constante, mientras una brisa suave y salada te envuelve, trayendo el aroma del mar. Escuchas el murmullo lejano de las olas, un ritmo suave y constante que se mezcla con el tintineo ligero de las velas de los yates y el canto ocasional de las gaviotas. Si extiendes la mano, podrías sentir la textura rugosa y seca de la arena bajo tus dedos, o el frío pulido de un mármol impecable bajo tus pies en la entrada de un resort. Es un lugar donde la grandeza se siente, donde el espacio y la ingeniería te envuelven, vasto y sorprendentemente tranquilo a pesar de todo. La temperatura del aire es un abrazo constante, y el eco de las risas y conversaciones se siente lejano, como si la inmensidad del lugar absorbiera cualquier estridencia.

¡Un abrazo desde el camino!

Léa de camino

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¡Hey! Unas notas rápidas para tu visita a Palm Jumeirah. Es un lugar increíble, pero como en cualquier parte, siempre hay que estar atento.

* Suelos resbaladizos: Vas a encontrar muchísimos suelos pulidos, especialmente en hoteles y pasarelas cerca del agua. Con el calor y la humedad, o si hay un poco de agua, pueden ser bastante resbaladizos. Camina con calma y usa calzado con buena suela para evitar sustos.

* Piedras irregulares: Aunque todo parece súper cuidado, en algunas zonas de jardines o caminos decorativos puedes toparte con baldosas o adoquines que no están perfectamente nivelados. Si vas distraído o al anochecer, es fácil tropezar. ¡Ojo al suelo!

* Cuidado con ofertas extrañas: Palm Jumeirah es muy segura, pero como en cualquier destino turístico, siempre puede haber alguien ofreciéndote tours, taxis "privados" o gangas que no son lo que parecen. Si algo te suena demasiado bueno para ser verdad o te presiona, es mejor rechazarlo amablemente y buscar servicios oficiales. Tus objetos de valor, siempre cerca de ti.

¡Disfruta mucho de la experiencia!

Léa de camino

¡Claro que sí! Si eres amante de las aves, Palm Jumeirah en Dubái puede ofrecerte una experiencia diferente, más sutil de lo que imaginas.

La Experiencia Sensorial

Imagina que el sol apenas comienza a acariciar la superficie del agua. Te acercas a la orilla, sientes la brisa marina, ligera y cálida, que te trae el aroma salado del Golfo Pérsico. Cierras los ojos y dejas que tus oídos tomen el control. Primero, escucharás el suave murmullo de las olas, un ritmo constante que te envuelve. Luego, a medida que el día despierta, empezarás a distinguir las voces de los verdaderos residentes: las gaviotas. Oirás sus graznidos, a veces agudos y rápidos, otras veces más prolongados, como si conversaran entre ellas. También notarás el batir de sus alas al despegar o aterrizar cerca del agua. Si te quedas en silencio, podrás percibir el chapoteo de los charranes al sumergirse para pescar, un sonido rápido y preciso, seguido quizás por el suave aleteo al emerger. Es una sinfonía costera, un recordatorio constante de que, incluso en este lugar de diseño humano, la naturaleza encuentra su espacio.

Consejos Prácticos para Observadores

Para encontrar a nuestros amigos alados, lo mejor es dirigirte hacia el rompeolas exterior, la "media luna" que protege la palma. Puedes caminar por los senderos que bordean el agua en los puntos de acceso público, lejos de las zonas más concurridas de los hoteles. Busca tramos donde haya menos gente y puedas acercarte al borde del agua o a las rocas. Allí podrás escuchar y, si tienes suerte, ver gaviotas de diferentes tipos (como la gaviota cabecinegra o la patiamarilla), charranes (comunes o patinegros) e incluso algunos cormoranes que se zambullen en busca de peces. Ocasionalmente, en las zonas más tranquilas y rocosas, podrías avistar alguna especie de limícola. El mejor momento para una observación tranquila es a primera hora de la mañana, justo al amanecer, o al final de la tarde, una o dos horas antes del atardecer. La temperatura es más agradable y la actividad de las aves es mayor.

¡Espero que disfrutes de esta faceta inesperada de la Palm!

Olya explorando