Alaska: Chena Hot Springs – Oasis de Relax desde Fairbanks

Impresionante, en general todo muy bien… excepto que el guía llegó tarde! Pero la experiencia fue muy buena, todo muy bonito.

¡Ver las auroras boreales fue hermoso! Nuestro guía turístico, Elijah, era fenomenal. Él era muy amable e hizo un trabajo maravilloso. Conocía un gran lugar para ver las luces y también era un gran piloto. Sin duda recomendaría tomar un tour con Elijah.

Para empezar, Joe era un guía increíble! Estaba muy bien informado sobre la zona y las aguas termales y tenía historias muy interesantes y humorísticas junto con contar la historia de la zona. El complejo de aguas termales estaba bien. Las aguas termales en sí proporcionaron un baño muy agradable y relajante. El restaurante en las instalaciones dejó mucho que desear. Parecía que no había suficiente personal para atender a las muchas personas que estaban esperando durante horas para sentarse y comer en el único restaurante en las aguas termales. Las mesas estaban vacías y todavía había gente esperando por largos períodos de tiempo. No dejo que eso disminuya la gran experiencia que tuvimos con Joe y el viaje en general. Joe también fue muy servicial mostrándonos cómo ver las auroras boreales. Gracias Joe!

El estanque de roca era agradable. El vestuario era estrecho, sucio y carecía de comodidades básicas. La casa de hielo era interesante con algunas tallas hermosas, pero no tanto para ver.

Nuestro guía Ash fue increíble. Él es un verdadero Alaskan con una vida tan interesante y maravillosas historias. No nos dimos cuenta de que las aguas termales no permitían menores de 18 años, así que eso fue un fastidio, pero el museo del hielo fue muy divertido y Ash hizo una pequeña parada extra en una curva del río (ya que estábamos muy adelantados).

Fui a las aguas termales de Chena y al museo del hielo de aurora con mi mamá por su cumpleaños, y fue un momento divertido y ecléctico! Nuestro guía, Paul, era un hoot y se aseguró de que todos se sintieran cómodos. Además, nunca hizo sentir que estábamos haciendo preguntas estúpidas, ya que dio comentarios durante todo el recorrido. El museo del hielo fue uno que nunca olvidaré, y las aguas termales eran tan relajantes que ahora soy gelatina. El restaurante en el lugar también era espectacular. Todas las verduras se cultivan en el lugar y se nota. ¡Además mi mamá nunca tomó una bebida tan buena como la colada de frambuesa!

Pablo era nuestro guía y él era INCREÍBLE! De principio a fin estaba lleno de hechos interesantes, historias de Alaska y las tradiciones. Por favor pregunte por él - le encantará todo el viaje! ¡Hasta vimos un alce en el camino a Chena! ¡Si regresamos a Alaska definitivamente nos reuniremos!

Cuidado con la ventana de su coche - vi un alce! Además, ¡derroche para los Appletini en el museo del hielo!

Absolutamente impresionante lugar. El guía Paul era increíble y muy bien informado. Incluso vimos a un castor construyendo una presa en el camino de regreso. Me encantó el museo de hielo y los manantiales eran un verdadero tesoro. Un recuerdo maravilloso.

El museo del hielo era muy agradable de ver. Tienes la opción de beber una bebida de lujo de un vaso hecho del hielo y romperlo afuera cuando hayas terminado. Las aguas termales eran un placer para nadar. Bonito tamaño para mitigar el amontonamiento de muchas personas y fue una experiencia genial estar caliente y tener el cabello congelado. Tenga en cuenta que la rampa en los muelles es bastante resbaladiza, pero hay un pasamanos. Las piscinas cubiertas y la bañera de hidromasaje al aire libre también son una opción, pero la primavera es mucho mejor. La noche que fuimos fue templada y pudimos ver algunas de las auroras boreales tanto en su sala de observación como fuera. Mientras hace frío, afuera es el mejor lugar para verlos y los colores realmente saltan cuando se captan en la cámara. Vístete más caliente de lo que crees que necesitas porque siempre puedes colocar capas si es necesario. Bob era nuestro guía turístico y era muy amable y servicial a nuestras necesidades. Se esforzó por perseguir las luces cuando salimos de las aguas termales para darnos más oportunidades de ver las luces. En general, gente muy amable que nos mostró la maravilla de la creación de Dios en el estado de Alaska.