Siguiendo los pasos del Emperador Adriano, quien en el año 122 d.C. llegó a Tarraco para visitar una de las ciudades más espléndidas de todo su Imperio, comenzamos el recorrido en la gran maqueta de Tarraco para luego dirigirnos hacia la Torre del Pretorio, donde evocaremos el Templo de Augusto y visitaremos las imponentes bóvedas que sostienen el Foro Provincial y las gradas del Circo. Al final del recorrido, junto al Anfiteatro, desvelaremos los secretos del último edificio de espectáculos construido en la ciudad durante el reinado de Adriano.