Grimsel: Canyoning Épico – Adrenalina Pura en los Alpes

Un día perfecto de barranquismo, son pacientes y profesionales, me esperaron debido a un problema que tuve con la bici, muy majos. Al final una merienda con queso y cerveza suizos.

Gran experiencia para todas las edades y niveles de fitness. Cualquiera puede hacer esta aventura, nos encantó. Por favor, ve a hacerlo.

Confía en tus guías que fueron excelentes e increíblemente divertidos. Recomiendo encarecidamente hacer el salto más grande en el cañón que no se arrepentirá.

Este fue mi favorito que hicimos en Suiza! IT fue increíble y emocionante. Definitivamente no para la gente con miedo a las alturas. Nuestros guías, Ricardo y Hidde, eran tan increíbles y divertidos sin dejar de asegurarse de que todos estábamos a salvo. Los videos también valen mucho la pena comprarlos, así que divertido revivir IT!

Tuvimos una experiencia absolutamente fantástica. Actividad perfecta para los buscadores de aventura. Los guías eran excepcionalmente cualificados, nos hizo sentir increíblemente a gusto y eran personas encantadoras. 10 / 10 recomiendo.

Rayno y Ollie eran fantásticos guías. Esta fue nuestra primera experiencia de barranquismo y los chicos nos hicieron sentir cómodos en cada obstáculo. El proceso de registro fue perfecto y ponerse a punto para todo el equipo fue muy fácil. Rayno nos echó un vistazo y se ajustó perfectamente a los trajes de neopreno. El viaje en furgoneta al cañón estaba lleno de grandes conversaciones para conocer a todos. Llegamos al pasto para cambiarnos de equipo y luego saltamos de nuevo en la camioneta para el corto viaje hasta la entrada del cañón. Nos repelimos por una pared retorcida con Rayno en las cuerdas de seguridad y en el agua refrescante del río. Saltamos de las cascadas, nos deslizamos por toboganes naturales e incluso hicimos tirolina en una piscina. Ollie era el caballo de batalla en esta aventura e hizo bien el trabajo. Lo recomendaría a cualquiera que esté dispuesto a la aventura y una nueva experiencia! Prince and Poppy

¡Fue una experiencia fabulosa! ¡El rapel, deslizarse y saltar de los acantilados al agua helada tan emocionante! Los guías eran muy serviciales!

Neil y Gerard eran guías increíbles! Divertido y seguro. ¡Mi familia se lo pasó genial! Gracias por un día increíble en el cañón Grimsel🩷.

Realmente disfrutamos del viaje y lo recomendamos para los buscadores de aventura de acción. Repelente de acantilados, saltar de las paredes del cañón y en toboganes de agua naturales, y mucho más. Aterrador pero divertido. Sin embargo, por $ 224 por persona, francamente me parece insultante que a pesar de tomar un montón de fotos y videos del viaje para nosotros, no proporcionarán ni una sola foto de nosotros durante el viaje (solo una foto después del viaje en tierra firme) a menos que paguemos extra. Se siente realmente barato y aprovechando a sus clientes. Si no te importa tener recuerdos fotográficos para llevar a casa, entonces ve a por ello.

Una vez que teníamos puesto el equipo, nos dijeron que "se aflojaría en el agua". Soy una mujer de 54 años en buena forma, he practicado barranquismo en otros dos países, me encantan las actividades que generan adrenalina, mido 1,65 m y tengo sobrepeso (talla 12-14 en EE. UU.). El traje de neopreno que me entregaron y que no probé hasta que estuvimos en el sitio (según su política) era demasiado largo y demasiado ajustado. Si bien pude ponérmelo, perdí movilidad en los brazos (no descansaban a mis costados sino hacia los costados) y en las piernas. Esto resultó en mi incapacidad para avanzar apropiadamente a través del curso. El primer indicio de problemas fue después de un salto, cuando el material adicional del traje de neopreno en mis pantorrillas y tobillos hizo que mis pies flotaran, lo que me dificultaba encontrar el equilibrio. De manera similar, un chaleco salvavidas holgado estaba sobre mi cuello y mi cara, lo que me causaba dificultad y incomodidad. El siguiente fue un repel en el que nos dijeron específicamente que no nos sujetáramos para evitar que nuestras manos se interpusieran entre la cuerda y la roca, no pude mantener una posición sentada y, en cambio, fui bajado como un muñeco de trapo o un escarabajo sobre su espalda. Esto debería haber hecho que el instructor se preguntara si mi arnés estaba colocado correctamente o al menos que lo revisara antes de la tirolesa. En la tirolesa, te dicen que sostengas una cuerda con ambas manos y luego que la sueltes cuando te gritan. Hice exactamente lo que me dijeron, pero esta vez, como mi arnés aparentemente estaba demasiado bajo sobre mis caderas, el tirón de mis caderas hacia arriba hizo que me fuera imposible mantenerme erguido y caí 20 pies y golpeé el agua de espaldas. La imagen de mi caída es ahora una pesadilla para mis hijos. Fue en ese momento cuando Ricardo empezó a hacerme sentir que estaba haciendo algo mal. En el siguiente elemento, Ricardo te ayuda a impulsarte por el aire, sobre una cascada, hasta una roca deslizante. Parecía que estaría bien si no me hubiera golpeado la espalda. Opté por una ruta más fácil pero necesité mucha ayuda porque no podía levantar las piernas con el traje. Acercándonos al final, tuvimos que deslizarnos bajo una cuerda y luego bajar lentamente por un tobogán hasta detenernos y saltar desde una cornisa. No pude detenerme en gran parte debido a la inmovilidad de doblar mis piernas y caí 5 a 6 pies con impulso. Fue aquí donde me rompí el dedo. Tuve una caída más antes de salir donde nos reunimos por nuestras ropas. Fue aquí donde mi hijo se electrocutó dos veces en la valla que estaba justo al lado de nosotros y entre nosotros y la camioneta, antes de que January dijera que estaba electrificada. El barranquismo es arriesgado, lo sé. Ricardo fue grosero, me hizo sentir como si estuviera en un error y parecía demasiado frustrado por tenerme en el viaje. Había un total de 12 personas con Ricardo y Enero. Ricardo dio todas las instrucciones por encima del sonido del cañón corriendo. Mi familia estaba atrás y les costaba mucho escuchar siempre. Cuando le dije que no había escuchado la instrucción, su respuesta fue que debía escuchar. Reiteré mi comentario pidiéndole que repitiera la instrucción pero ya estaba tardando demasiado otra vez. Ricardo dijo que llamaría al día siguiente para ver cómo estaba mi dedo. Él no lo hizo. Tampoco nos ofrecieron nunca fotografías ni vídeos de ese día. En conclusión, culpo al equipo por las luchas de la época que de hecho fueron peligrosas. No volvería a ninguna excursión con Ricardo.