Se trata de un canal de altas paredes verticales que se extiende aproximadamente durante cinco kilómetros, en un camino serpenteante cuya anchura varía entre 10 y 15 metros. En este recorrido fluyen las aguas procedentes de los ríos Comalí Honduras y Tapacalí, que se unen para formar el extenso río Coco. En su lecho pedregoso, la corriente tranquila se ve interrumpida por formaciones rocosas que dan lugar a siete u ocho pozas con aguas semiestancadas, creando un entorno lleno de vida, con plantas y peces.