¿Quieres saber cómo es realmente visitar Herrenchiemsee? No es solo ir a un sitio; es una experiencia que te envuelve.
Imagina que estás en Múnich, y decides escaparte. Subes a un tren. Sientes ese suave vaivén, un ritmo constante bajo tus pies que te acuna. Escuchas el traqueteo de las ruedas, un murmullo lejano de voces, el pitido ocasional de la bocina. El aire dentro del vagón es templado, pero sabes que cada metro te acerca a la frescura del campo bávaro. Este viaje, de aproximadamente una hora desde la Estación Central o la Estación Este de Múnich, te lleva directamente a Prien am Chiemsee. Es un trayecto sin complicaciones, simplemente siéntate y déjate llevar.
Una vez que llegas a Prien, el ambiente cambia. Puedes sentir el aire más limpio, más abierto. Si caminas desde la estación, notarás el sonido de tus propios pasos sobre el asfalto, tal vez el lejano ladrido de un perro o el chirrido de una bicicleta. Es un pueblo tranquilo. Tienes la opción de seguir a pie, una caminata de unos veinte minutos que te permite sentir el suelo bajo tus pies y el aire fresco en tu cara, o puedes subir a un pequeño tren histórico, el Chiemsee-Bahn. Si eliges el tren, sentirás su vibración, escucharás su chug-chug rítmico, una melodía nostálgica que te acerca al muelle.
Al llegar al muelle, el sonido del agua te envuelve. Escuchas el suave chapoteo del lago Chiemsee contra los barcos, el grito de las gaviotas. El aire es diferente aquí, más húmedo, con un ligero aroma a agua dulce y a la madera de los muelles. Subes a un ferry; sentirás el ligero balanceo de la embarcación bajo tus pies antes de que parta. Una vez en marcha, el viento te golpea suavemente la cara, el sol te calienta la piel. Puedes escuchar el motor del barco zumbando, el agua partiéndose a los lados. Es un viaje tranquilo, de unos quince minutos, donde sientes la inmensidad del lago a tu alrededor. Los billetes del ferry se compran directamente en el muelle.
Cuando el barco atraca en la isla de Herreninsel, bajas y sientes la tierra firme de nuevo. El camino hacia el palacio es un paseo encantador. Te sumerges en un bosque; el aire se vuelve más fresco, más húmedo, con el inconfundible aroma a pino y tierra mojada. Escuchas el canto de los pájaros, el crujido de las hojas secas bajo tus pies, y tal vez el murmullo de un pequeño arroyo. Es un camino suavemente inclinado, de unos veinte a treinta minutos, donde puedes ir a tu propio ritmo, sintiendo la textura irregular del camino y la sombra de los árboles sobre ti.
Finalmente, llegas al palacio. Al entrar, el aire se vuelve más fresco, incluso un poco frío. Puedes sentir la vasta escala del lugar. Tus pasos resuenan en los amplios pasillos, un eco que te sigue. Si tocas una pared, sentirás la frialdad del mármol, la suavidad de la madera pulida. Hay un tenue aroma a antigüedad, a madera vieja y a piedra. La luz se filtra a través de las ventanas, creando un ambiente solemne. La visita es solo guiada, lo que significa que irás en grupo, escuchando la voz del guía (hay tours en varios idiomas). Dura aproximadamente 30-40 minutos y no se permiten fotografías, así que concéntrate en sentir y escuchar el lugar. Los tickets se compran en la entrada del palacio o puedes adquirir un ticket combinado que incluya el ferry.
Al salir del palacio, el sol y el aire libre te reciben de nuevo. Caminas por los jardines. Escuchas el sonido constante y relajante del agua cayendo en las fuentes, un murmullo que se mezcla con el zumbido de las abejas. El aire huele a flores, a tierra húmeda y a césped recién cortado. Bajo tus pies, sientes la grava crujiendo suavemente. Puedes explorar libremente, sentarte en un banco y sentir la calidez del sol en tu piel. Es un espacio inmenso, diseñado para la contemplación.
Para volver, simplemente inviertes el camino: el paseo tranquilo por la isla, el ferry de vuelta a Prien, y el tren de regreso a Múnich. Al final del día, sentirás un cansancio agradable en tus pies, pero también una profunda sensación de asombro y satisfacción. Es una excursión para la que querrás dedicar el día completo, así que lleva calzado cómodo.
Espero que esto te dé una idea de lo que realmente se siente.
Olya from the backstreets