¡Hola, trotamundos! Si hay un lugar en Charleston que te abraza con su alegría visual, ese es Rainbow Row. No es solo una calle; es una experiencia que te entra por los ojos y te llena el alma. Imagina que el sol de la mañana, suave y cálido, te envuelve mientras tus pies te guían por adoquines que han visto siglos. De repente, la brisa marina trae consigo un aroma salino, y a lo lejos, el tintineo de las cadenas de algún barco o el eco de una gaviota te recuerdan que el Atlántico está cerca. Y ahí está: una hilera de casas coloniales, cada una un estallido de color que te hace sonreír sin darte cuenta. Rosas chicle, azules cielo, amarillos mantequilla, verdes menta… Es como si el arcoíris hubiera aterrizado justo aquí, y cada tono te susurrara una historia. No hay prisa, solo la sensación de estar en un cuento, donde cada fachada es una pincelada de optimismo.
Para que esa magia sea solo tuya, y no una lucha contra la multitud, el truco está en la hora y la paciencia.
* Mejor momento del día: Sin duda, la primera hora de la mañana (justo después del amanecer, sobre las 8:00-9:00 AM) o al final de la tarde (una hora antes del atardecer). La luz es espectacular para las fotos, suave y dorada, y los colores de las casas cobran vida de una forma mágica.
* Cuándo evitar multitudes: La media mañana y la primera hora de la tarde (entre las 10:00 AM y las 3:00 PM) son el peor momento. Es cuando llegan los tours en autobús y la calle se llena de gente haciendo fotos y bloqueando el paso. Los fines de semana, en general, son más concurridos que entre semana.
No necesitas pasar horas aquí, es un vistazo rápido pero impactante.
* Cuánto tiempo dedicarle: Con 15 a 30 minutos es más que suficiente. Es un tramo corto de casas, y la belleza reside en su exterior. Puedes caminar de un extremo a otro, admirar los detalles y tomar fotos. Si te gusta la fotografía y quieres experimentar con diferentes ángulos, quizás 45 minutos.
* Qué puedes saltarte: No esperes poder entrar en las casas, son residencias privadas. Así que, no pierdas tiempo buscando tours que prometan acceso al interior de estas casas específicas, a menos que sea un evento especial muy anunciado. La experiencia es puramente exterior. Tampoco te agobies con los carruajes tirados por caballos que pasan; suelen ser lentos y pueden bloquear tus fotos, pero no añaden valor directo a la experiencia de Rainbow Row en sí.
Y como siempre, un par de detalles prácticos para que tu visita sea lo más cómoda posible.
* Café cercano: Si necesitas un chute de cafeína o un dulce, el Waterfront Park está a un paso. Hay pequeñas cafeterías y puestos de comida cerca del parque, ideales para un respiro con vistas al puerto.
* Baños públicos: Los baños públicos son un poco escasos en esta zona tan turística. Tu mejor opción es dirigirte al Waterfront Park, donde encontrarás instalaciones limpias. También puedes buscar alguna cafetería o restaurante grande por la zona y hacer una compra pequeña para usar sus baños.
* Aparcamiento: El aparcamiento en el centro de Charleston puede ser complicado y caro. Considera usar un garaje de pago (hay varios por la zona, busca el de Cumberland Street o el de East Bay Street) o, si vienes de más lejos, el autobús turístico Dash que tiene paradas en puntos clave del centro.
¡Disfruta de la explosión de color!
Olya from the backstreets