Orígenes y Propósito
Fundada en 1521 por Jakob Fugger "el Rico," la Fuggerei es el complejo de viviendas sociales más antiguo del mundo. Su misión original era proveer alojamiento digno a ciudadanos católicos empobrecidos de Augsburgo. Los residentes pagaban un florín renano al año y rezaban tres oraciones diarias por la familia Fugger. Este modelo filantrópico sigue vigente, manteniendo sus casas habitadas por el mismo alquiler simbólico.
La Vida Dentro
Las 140 casas, distribuidas en ocho callejones, ofrecen una visión única de la vida comunitaria del siglo XVI. Cada vivienda tiene su propia entrada a la calle, una chimenea y un pequeño jardín, garantizando privacidad. Las puertas presentan picaportes distintivos para que los residentes ciegos pudieran reconocer su hogar. Un museo recrea el interior de una casa de la época, mostrando mobiliario y utensilios originales.
Aspectos Arquitectónicos y Preservación
La arquitectura de la Fuggerei, aunque sencilla, refleja la funcionalidad y el orden de una ciudad dentro de la ciudad. Sus muros fueron reforzados y reconstruidos tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, conservando su esencia. La capilla de San Marcos, integrada en el complejo, es un punto focal de la vida espiritual de la comunidad. Pasear por sus adoquines revela la meticulosa planificación y el mantenimiento constante de sus estructuras.
Visita y Legado Actual
La entrada permite explorar los patios, la iglesia y algunas casas abiertas al público, incluyendo un búnker de guerra. Es importante recordar que sigue siendo una comunidad habitada; se pide respeto por la privacidad de sus residentes. La Fuggerei genera sus propios ingresos turísticos para financiar su mantenimiento y el bienestar de sus habitantes. Representa un legado de caridad que ha resistido siglos, adaptándose pero manteniendo su propósito fundacional.
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Riesgos en Fuggerei y Cómo Evitarlos
Invadir la privacidad de los residentes es un riesgo real, ya que es un hogar activo. Mantenga silencio, no intente acceder a viviendas cerradas ni mire indiscretamente por las ventanas. Causar daños accidentales a la propiedad histórica es posible si no se tiene cuidado. Permanezca en los senderos marcados y evite tocar muros o jardines privados. Desorientarse levemente en los callejones similares puede ocurrir. Consulte el mapa proporcionado en la entrada y siga las rutas designadas para visitantes. Fotografiar a los residentes sin consentimiento es una falta de respeto. Sea discreto con las fotos, absténgase de tomas directas a personas y pida permiso si es necesario.