Claude Monet, con su pasión por la jardinería y los colores, concibió tanto su jardín de flores como su jardín de agua como verdaderas obras de arte. Al recorrer su casa y jardines, los visitantes aún pueden sentir la atmósfera que reinaba en el hogar del Maestro del Impresionismo y maravillarse con las composiciones florales y nenúfares, sus mayores fuentes de inspiración.