iFly Dubai Tours and Tickets

Imagina que tus pies se deslizan sobre una superficie impecablemente lisa y fresca. No hay obstáculos, solo una sensación de amplitud bajo tus plantas. El aire que te envuelve es limpio, con un ligero zumbido de fondo que apenas notas al principio, como el latido silencioso de un lugar lleno de energía. No hay olores fuertes, solo la pureza de un espacio moderno y bien cuidado. Te sientes inmediatamente en un ambiente controlado, diseñado para la comodidad y la anticipación de algo emocionante.

Desde esa primera zona, el camino es intuitivo. Te dejas llevar por pasillos amplios, donde las paredes lisas y frescas guían tus manos si las extiendes. No hay giros bruscos ni bifurcaciones confusas; la dirección es clara, como si una suave corriente te empujara hacia adelante. Escuchas voces, algunas risas lejanas, y un murmullo de emoción que crece a tu alrededor. La sensación es de un flujo constante, sin aglomeraciones, diseñado para que te muevas sin estrés hacia tu siguiente paso.

Una vez que has pasado por la zona de preparación y te han ayudado a ponerte el arnés, que sientes firme pero cómodo sobre tu cuerpo, el sonido cambia. El zumbido lejano se convierte en un rugido constante, el sonido del viento que te espera. Sientes una vibración sutil en el suelo bajo tus pies, como si el propio edificio respirara con fuerza. El aire alrededor se vuelve más vivo, con una corriente que acaricia tu piel, anticipando la fuerza con la que te elevará. El camino es directo, una línea recta hacia esa fuente de sonido y aire, sin distracciones.

En cuanto a la distribución del espacio, iFly Dubai está diseñado para una progresión lógica y sin complicaciones. Los caminos son siempre lisos y anchos, pensados para la seguridad y la facilidad de movimiento de todos. No hay tramos empedrados ni pasillos estrechos que puedan dificultar el paso. Todo el recorrido, desde la recepción hasta la sala de vuelo y de vuelta, es una secuencia clara y fluida, con personal siempre a mano para guiarte si lo necesitas. Es un lugar donde la navegación es tan sencilla como respirar.

Olya from the backstreets

¿Quieres saber cuándo iFly Dubai se siente *realmente* bien? No es solo un mes en el calendario, es una sensación, un contraste. Imagina esto: estás fuera, en el corazón de Dubái, y el aire es un abrazo denso y cálido, pesado con la humedad. Quizás el sol de la tarde todavía te calienta la piel a través de la ropa. Entras en iFly y, de repente, la atmósfera cambia. No hay olor a la calle, ni a los perfumes de la gente, solo una pureza casi estéril en el aire acondicionado. Pero luego, cuando te acercas al túnel, sientes una vibración sutil en el suelo, como un latido gigante. El aire dentro del túnel no es solo "aire", es una fuerza pura, un rugido constante y envolvente que te llena los oídos, una especie de zumbido blanco que te aísla de todo lo demás. Es en esos meses de calor intenso, de junio a septiembre, cuando el contraste es más dramático. El alivio de ese aire potente y fresco, que te levanta sin esfuerzo, es una bendición que te hace suspirar de pura alegría. La sensación de ligereza después de sentir el peso del calor exterior es inigualable.

La multitud en esos meses de verano es diferente. Hay una energía palpable, sí, pero también una especie de complicidad silenciosa. Escuchas el murmullo de la gente en la sala de espera, las risas nerviosas y luego los gritos de euforia que se elevan por encima del rugido del túnel cada vez que alguien entra. La mayoría busca una escapada del abrasador calor exterior, y esa búsqueda compartida crea un ambiente de entusiasmo y camaradería. No es una multitud ruidosa y caótica; es más bien un grupo de personas emocionadas, con una mezcla de familias con niños, parejas y amigos, todos buscando esa adrenalina refrescante. Los instructores, con sus voces claras y firmes, guían a cada uno, y escuchar sus instrucciones concisas, seguidas por el *whoosh* del aire mientras alguien despega, es parte de la experiencia. Si vas en temporada alta de turismo (los meses más frescos), la energía es más generalizada, menos centrada en el alivio.

Para aprovechar al máximo la experiencia, la comodidad es clave. No hay necesidad de nada especial, solo ropa cómoda y sin demasiadas joyas o accesorios sueltos. Te proporcionarán un mono de vuelo que se ajusta a tu cuerpo y un casco que te protege y te aísla aún más en el túnel. Sientes el tejido liso del mono, ligeramente sintético, y el ajuste ceñido del casco sobre tu cabeza. Una vez dentro del túnel, el viento es tan fuerte que sientes cada músculo trabajar para mantener el equilibrio, una sensación de tensión y liberación al mismo tiempo. Es como si el aire te abrazara por completo, sosteniéndote. No te preocupes por la duración, aunque son solo unos minutos por "vuelo", la intensidad es tal que se siente completo y satisfactorio.

Después de cada sesión, la sensación de euforia es real. Sales del túnel y el silencio relativo de la sala de espera te golpea, dejando un ligero zumbido en los oídos. La piel se siente un poco fresca y vibrante por el viento constante. Es una actividad que te deja con una sonrisa tonta en la cara y una ligereza en el paso. Ubicado dentro del centro comercial City Centre Mirdif, es fácil llegar y combinarlo con otras actividades, especialmente si el calor exterior es insoportable. Es el lugar perfecto para sentir la adrenalina sin los extremos del desierto, un oasis de aire controlado y pura diversión.

Max del Camino

¡Hola, trotamundos! Lúa aquí, lista para contarte una de esas experiencias que te hacen sentir que has roto las leyes de la física, aunque sea por unos minutos. Hoy te llevo a un lugar en Dubái donde la gravedad, digamos, se toma un pequeño descanso: iFly Dubai.

Imagina que estás a punto de entrar en un sueño lúcido. Sientes el aire acondicionado frío en tu piel mientras te preparas, una mezcla de nerviosismo y pura emoción te recorre. Escuchas el murmullo de voces emocionadas alrededor, el suave zumbido de la turbina que te espera. Tu cuerpo ya empieza a anticipar esa sensación de ligereza. Te vistes con el mono especial, notas la tela lisa y resistente, y el casco que se ajusta a tu cabeza, como una segunda piel, preparándote para lo que viene.

Una vez dentro de la cámara de vuelo, el sonido del aire rugiendo se vuelve una presencia palpable, una fuerza invisible que te envuelve. Te dejas caer, y de repente, tu cuerpo se eleva. No es un salto, no es una caída. Es una suspensión. Sientes el aire empujando desde abajo, una cama invisible de viento que sostiene cada músculo, cada hueso. Puedes mover tus brazos, tus piernas, y el aire responde, girándote suavemente, elevándote un poco más. La sensación es de libertad absoluta, como si tus pulmones se llenaran de aire puro y tu corazón latiera al ritmo del viento. Es tu cuerpo, por primera vez, experimentando lo que es volar sin alas, sin la pesadez del mundo.

Mi abuelo siempre me contaba que de niño, cuando Dubái era solo arena, él miraba los aviones pasar y soñaba con tocar las nubes. Decía que volar era para los ricos o los pájaros. Pero mira ahora, en este lugar, hasta él, con sus años, podría sentir el viento bajo su cuerpo, casi como si las nubes vinieran a él. Es como si Dubái siempre estuviera diciendo: "Si lo sueñas, lo construimos, y te ayudamos a sentirlo". iFly no es solo un túnel de viento; es un pedacito de ese sueño de infancia hecho realidad, accesible para cualquiera que quiera sentir la ligereza del cielo.

Si te animas a probarlo, aquí van unos consejos prácticos. Primero, reserva con antelación, sobre todo si vas en fin de semana. No necesitas llevar nada especial; te dan todo el equipo. Eso sí, opta por ropa cómoda y que no sea demasiado ajustada. Te explicarán todo en una sesión informativa antes de entrar al túnel, así que no te preocupes si nunca lo has hecho. Los instructores son súper profesionales y te guiarán con señales manuales mientras estás volando. Ah, y no olvides que es una experiencia corta pero intensa, suelen ser un par de vuelos de un minuto cada uno, pero te aseguro que cada segundo cuenta.

Cuando sales, tus músculos pueden sentirse un poco diferentes, como si hubieran descubierto una nueva forma de moverse. La sonrisa que se te dibuja en la cara es inevitable. Es una sensación de logro, de haber desafiado lo convencional, y de haber sentido la pura alegría de la ingravidez. El zumbido del aire se queda en tus oídos por un rato, un eco de la libertad que acabas de experimentar. Es una memoria que tu cuerpo guardará, una pequeña victoria sobre la gravedad que te recordará que a veces, solo a veces, puedes volar.

¡Hasta la próxima aventura!

Lúa en Ruta

Imagina que el aire te abraza, te levanta suavemente, te permite bailar sin tocar el suelo. En iFly Dubai, no solo vuelas, te sientes libre. ¿Dónde capturar ese momento para que lo revivas una y otra vez? Justo ahí, al pie del túnel de viento, donde el cristal te separa de la acción pero no de la emoción. Te paras, y el zumbido constante de los ventiladores es una promesa vibrante en el aire, una vibración que puedes sentir en el pecho. Puedes casi sentir el viento que eleva a los que están dentro, una brisa suave que te roza la cara incluso desde fuera, trayendo consigo el aroma limpio del aire circulando.

Cuando te colocas para esa foto, no solo tienes el túnel detrás. Siente el suelo pulido y fresco bajo tus pies, el ligero eco de las risas y los vítores de otros espectadores que se mezclan con el rugido amortiguado del aire. A tu alrededor, el ambiente es vibrante pero contenido, como una burbuja de emoción y expectativa dentro del bullicio más amplio del centro comercial. Mira hacia arriba, y verás a los instructores, casi como bailarines suspendidos en el aire, controlando cada movimiento con una gracia que te inspira. El cristal del túnel, grueso y transparente, te permite sentirte parte de la acción sin estar dentro, casi como si pudieras tocar el viento que los sostiene.

Para tu foto perfecta, piensa en la energía del lugar. Como es un espacio interior, la luz natural no es un factor, así que olvídate de la "hora dorada". Lo ideal es ir temprano por la mañana o más tarde por la noche; hay menos gente, así no te sentirás apurado y el fondo estará más despejado. Si quieres capturar la emoción de otros volando, cualquier momento es bueno, pero las sesiones de la tarde suelen tener más ambiente y más "espectáculo" de gente que ya tiene algo de experiencia. Y un consejo práctico: pídele a alguien del personal que te la tome, ¡saben los mejores ángulos y cómo capturar esa sensación de ingravidez!

Olya from the backstreets

Acabo de volver de iFly Dubai y tengo que contarte todo. Imagina esto: estás parado en una plataforma, el aire zumba, pero no es el viento de una tormenta, es algo controlado, potente. Puedes sentir la vibración en el suelo, una especie de energía contenida. Te pones el traje, el casco, los tapones para los oídos, y de repente, el mundo exterior se vuelve un eco lejano. Lo único que importa es la sensación del aire que te rodea, casi como una pared invisible, prometiendo algo increíble.

Entras al túnel. De repente, el aire te empuja hacia arriba. No es como caer, es como si el suelo desapareciera y una mano gigante te sostuviera desde abajo. Puedes sentir la presión del viento en cada centímetro de tu cuerpo, especialmente en la cara y el pecho. Te mueves, intentas equilibrarte, y el instructor, que está ahí contigo, te guía con toques suaves en la cadera o el hombro. Sus manos son tu vista, dirigiéndote. Escuchas el rugido constante del aire, una banda sonora de pura adrenalina, y sientes la ingravidez, como si por fin pudieras flotar sin esfuerzo.

Si te animas, que deberías, te cuento cómo funciona la logística. Está en el City Centre Mirdif, así que es fácil llegar en taxi o coche. Lo mejor es reservar online con antelación; así te aseguras tu franja horaria y evitas esperas. Te recomiendo ir con ropa cómoda, deportiva, y zapatillas que se puedan atar bien, ¡nada de sandalias! Antes de volar, hay una sesión informativa rápida donde te enseñan las señales con las manos, porque dentro del túnel el ruido es tan fuerte que no puedes hablar. Es superútil y te da confianza.

Ahora, siendo honestos, ¿qué no me convenció del todo? La duración del vuelo. Cada sesión suele ser de solo dos minutos, lo cual, para lo que pagas, se siente bastante corto. Es intenso, sí, pero te quedas con ganas de más. Y prepárate para la presión de comprar las fotos y vídeos. Te las ofrecen al salir y, aunque son un buen recuerdo, no son precisamente baratas. El ruido dentro del túnel es brutal, incluso con tapones, así que si eres muy sensible a eso, tenlo en cuenta. Pero la sensación de volar lo compensa con creces.

Lo que más me sorprendió fue lo exigente que es físicamente. Parece que solo flotas, pero mantener la postura requiere bastante fuerza en el abdomen y la espalda. También me sorprendió lo rápido que el instructor te puede llevar en el "vuelo alto", es una subida rapidísima que te deja sin aliento. Es una experiencia única, diferente a cualquier otra cosa. Si buscas una descarga de adrenalina segura y quieres sentirte como un pájaro por unos momentos, ¡lánzate! Es una de esas cosas que tienes que vivir para entender.

Leo en el aire.

Imagina esto: acabas de llegar a un lugar donde el aire acondicionado te envuelve al entrar, un alivio fresco que contrasta con el calor exterior. Sientes la amplitud de los pasillos bajo tus pies, el eco de risas y conversaciones que se mezclan con una música suave de fondo. Es un bullicio organizado, donde cada paso te lleva a descubrir algo nuevo. Aunque no puedas ver los escaparates relucientes, puedes percibir el aroma dulce de una cafetería cercana, el murmullo de una fuente de agua, o la vibración lejana que te dice que la gente se está divirtiendo. Estás en el corazón de un oasis moderno, donde la comodidad y la aventura conviven. Puedes tocar la suavidad de un pasamanos, sentir la frescura de una brisa artificial, o la calidez de la mano de alguien que te guía.

Si necesitas moverte con una silla de ruedas o un scooter de movilidad cerca de iFly Dubai, lo más práctico es dirigirte directamente al servicio de atención al cliente del centro comercial City Centre Mirdif, donde se encuentra iFly.

Las sillas de ruedas suelen estar disponibles de forma gratuita para los visitantes. Solo tienes que preguntar en el mostrador principal de información (la "Mesa de Atención al Cliente"). Es muy fácil, y generalmente solo te pedirán una identificación y, a veces, un pequeño depósito que te devuelven al entregarla. La disponibilidad suele ser buena.

Para scooters de movilidad, la disponibilidad es mucho más limitada en los centros comerciales para alquiler inmediato. Si necesitas uno, te recomendaría contactar con tiendas de suministros médicos o empresas de alquiler de equipos de movilidad en Dubái con antelación, ya que no es algo que suelan tener disponible "al momento" en el centro comercial. Lo mejor es siempre preguntar primero en el mostrador del centro comercial, pero prepárate para la posibilidad de que solo ofrezcan sillas de ruedas.

Léa from the road

¿Qué haces en iFly Dubai? Imagina que entras en un espacio donde el aire vibra con una energía diferente. Al llegar, en el centro comercial City Centre Mirdif, sientes un aire acondicionado fresco y, a medida que te acercas, un zumbido potente, como el de un motor gigante, empieza a colarse. Te diriges al mostrador de registro, donde te reciben con una sonrisa. Después, te guían a una sala de briefing. Te sientas, y aunque no lo veas, sientes la presencia atenta del instructor mientras te explica con calma, usando gestos claros y una voz tranquilizadora, lo que vas a experimentar. Te sentirás seguro, sabiendo que estás en buenas manos.

Después de la charla, te guían a una sala donde te entregan tu "piel de vuelo": un mono especial. Sientes el tejido, suave pero resistente, mientras te lo pones. Luego, un casco que se ajusta perfectamente a tu cabeza y unos tapones para los oídos que, al colocarlos, crean un silencio casi total, amplificando la anticipación. Con el equipo puesto, te sientes listo, como un astronauta a punto de despegar. Te sientas en una zona de espera, observando a otros volar a través del cristal. Oyes el rugido del viento, ahora más cercano, y sientes las vibraciones en el suelo, una promesa de lo que está por venir.

Llega tu turno. Te acercas a la entrada del túnel, una puerta que se abre a un torbellino de aire. Sientes el aire caliente y potente que sube desde abajo, empujándote suavemente. El instructor te da una señal, y te dejas caer hacia adelante. Pero no es una caída, es una elevación suave. Sientes cómo el aire te sostiene, te empuja hacia arriba, como si una mano invisible te levantara. El viento te golpea la cara, fuerte pero no doloroso, una ráfaga constante que te envuelve. Oyes el rugido del viento a tu alrededor, un sonido envolvente que lo llena todo, pero también la voz clara del instructor, que te da pequeñas indicaciones con gestos; si no los ves, sientes su toque suave en tu brazo o pierna, guiándote a la posición correcta. La ingravidez es total, una sensación de libertad que te hace sonreír.

En el segundo vuelo, ya más confiado, la experiencia es otra. Ya conoces la sensación, y puedes relajarte más, intentando pequeños movimientos. Quizás el instructor te ofrezca el "vuelo alto", lo que llaman el *high fly*. Sientes cómo te toma de la mano y, de repente, la presión del aire aumenta y te eleva rápidamente por el túnel, girando suavemente. Es una sensación de ingravidez total, de flotar en el espacio, subiendo y bajando, antes de que te baje suavemente de nuevo a la entrada. La adrenalina se dispara, y la euforia te inunda.

Cuando sales del túnel, la sensación de ingravidez te acompaña un rato, como si todavía flotaras. Sientes tus músculos un poco trabajados por la postura, pero la adrenalina te inunda, y una sonrisa se dibuja en tu cara. Te quitas el equipo, el casco y los tapones, y el mundo vuelve a sonar con normalidad, pero ahora con el eco de tu propia aventura. Puedes ver las fotos y vídeos que tomaron durante tu vuelo; recuerda que si quieres llevártelos, es un extra, pero vale la pena para revivir la experiencia una y otra vez.

Olya from the backstreets.

¡Hola, aventurero! Hoy te llevo a un lugar donde desafiar la gravedad es tan natural como respirar: iFly Dubai. No es solo un edificio, es una experiencia que te abraza desde el momento en que pones un pie dentro. Imagínate que llegas y lo primero que notas no es lo que ves, sino lo que sientes. Hay una corriente de aire fresco, casi eléctrica, que te envuelve, y un *zumbido grave y continuo* que vibra suavemente en el suelo bajo tus pies, como el corazón de una máquina gigante latiendo. Te acercas, y el *olor es de aire increíblemente limpio*, con un matiz a ozono, el mismo que sientes después de una tormenta de verano. Cuando te pones el mono de vuelo, sientes la tela suave y resistente, limpia y ligeramente fría contra tu piel, y el casco, ligero y ajustado, te prepara para lo que viene. Escuchas el murmullo de emoción de la gente y, de fondo, el rugido constante del túnel, una promesa de libertad.

De repente, es tu turno. Sientes la mano firme y tranquilizadora del instructor. El aire, que antes solo oías, ahora te *empuja y te sostiene*. Es una sensación indescriptible: el aire te *abraza desde abajo*, levantándote suavemente. No hay caídas, solo una elevación constante. Cierras los ojos y sientes cómo cada músculo de tu cuerpo se relaja, cómo el peso desaparece. El sonido del viento es ensordecedor, sí, pero es un ruido que te aísla del mundo, te centra en esa ingravidez. Sientes tu cabello flotar, la tela del mono aletear ligeramente, y la presión suave del aire contra tus mejillas. Puedes moverte, girar, inclinarte, y el aire responde, como si fuera una extensión de tu propia voluntad. Es pura alegría flotante, una sonrisa que nace desde el estómago y te sube hasta los ojos.

Ahora, hablemos de lo práctico para que tu experiencia sea perfecta. Primero, reserva tus vuelos con antelación por internet; así te aseguras tu plaza y a veces consigues mejores precios. Intenta ir entre semana si puedes, hay menos gente. Llega al menos 30-45 minutos antes de tu hora programada; necesitas tiempo para registrarte, ver la sesión informativa de seguridad y ponerte el equipo. Vístete cómodo, con ropa holgada, y lleva zapatillas deportivas que se puedan atar bien. Te darán un mono de vuelo, casco y gafas, así que no te preocupes por eso. Escucha atentamente a los instructores durante la charla, te enseñarán las señales de mano para comunicarte dentro del túnel (¡con tanto viento, hablar es imposible!). Son unos cracks y te guiarán en todo momento.

Y aquí viene el detalle que casi nadie nota: cuando ya has volado y sales del túnel, mientras te quitas el equipo y la adrenalina empieza a bajar, hay un *olor sutil* que impregna el aire alrededor de la zona de preparación. No es el ozono del túnel, sino una mezcla de *desinfectante suave* y el *aroma dulce y casi metálico* de los monos recién lavados, apilados, esperando al siguiente volador. Es un olor a limpieza y a la promesa de una nueva aventura para alguien más. Además, fíjate en el *sonido de los motores* del túnel en los momentos de calma, cuando nadie está volando: es un *murmullo profundo y constante*, una bestia dormida que espera su momento. Recuerda que puedes comprar fotos y vídeos de tu vuelo, ¡merece la pena para revivirlo! Hay taquillas para tus pertenencias y iFly está dentro del centro comercial City Centre Mirdif, así que tienes muchas opciones para comer o pasear después.

¡Que el viento te eleve!

Sofía de viaje

Imagina que te preparas para volar. Sientes el ligero cosquilleo de la anticipación en el estómago mientras te pones el traje especial. La puerta se abre y un torbellino de aire te envuelve. No es un viento frío, sino una corriente potente y constante que te eleva suavemente. Escuchas el zumbido rítmico de los ventiladores, una especie de nana mecánica que te mece mientras te entregas a la ingravidez. Tu cuerpo, antes anclado a la tierra, ahora flota, libre, girando y moviéndose con cada pequeño ajuste de tus brazos y piernas. Sientes el aire acariciando cada centímetro de piel expuesta, una caricia constante y uniforme que te hace sentir como una pluma en el viento. Es pura euforia, un baile con el aire donde el suelo es solo un recuerdo lejano.

Después de esa descarga de adrenalina, es fácil dejarse llevar, pero la seguridad es parte de la aventura. Dentro de las instalaciones de iFly, especialmente en los vestuarios o en las zonas de observación, los suelos pueden ser sorprendentemente resbaladizos. Piensa en baldosas pulidas o superficies que, con un poco de humedad o el roce de muchos pies, se vuelven traicioneras. Tómate un momento para sentir el suelo bajo tus pies, comprueba si hay charcos o zonas mojadas, y camina con calma, sin prisa. Asegúrate de guardar bien tus pertenencias antes de volar; cualquier cosa suelta podría salir disparada en el túnel de viento, así que sigue al pie de la letra las indicaciones de los instructores.

Al salir del área de vuelo y moverte por el centro comercial donde se encuentra iFly, o por las calles de Dubái en general, sigue prestando atención a tus pasos. Aunque es una ciudad moderna, no todos los pavimentos son perfectamente uniformes. Puede haber desniveles inesperados, baldosas ligeramente levantadas o cambios en el tipo de superficie que tus pies deben sentir y anticipar. Mantente hidratado; el calor de Dubái es intenso, y la deshidratación puede hacerte sentir mareado o menos coordinado, aumentando el riesgo de tropezar. Bebe agua con frecuencia, incluso si no sientes sed de inmediato.

Y ya que hablamos de estar alerta, un consejo general para cualquier gran ciudad, incluyendo Dubái, es ser consciente de los pequeños timos callejeros. No es algo que deba preocuparte en exceso, pero es bueno saberlo. A veces, alguien puede acercarse con una "oferta" demasiado buena para ser verdad, o intentar distraerte con una mancha "accidental" en tu ropa para luego intentar robarte algo. Confía en tu instinto: si algo no te parece bien, simplemente aléjate. Mantén tus objetos de valor seguros, preferiblemente fuera de la vista y en un lugar de difícil acceso para extraños. Disfruta de la experiencia sin dejar de ser consciente de tu entorno.

¡Que disfrutes cada sensación!

Olya from the backstreets

¡Hola, aventureros! Hoy me han preguntado si los amantes de las aves disfrutarían de iFly Dubai. Y la respuesta, así de primeras, es un rotundo *no* si esperas ver pájaros revoloteando dentro del túnel de viento. iFly Dubai es una experiencia totalmente diferente, ¡pero no menos emocionante!

Imagina esto: entras en una cámara gigante, el aire empieza a rugir a tu alrededor, un sonido grave y constante que te envuelve. Sientes cómo la presión se acumula bajo tus pies, una fuerza invisible que te levanta suavemente del suelo. Es una sensación extraña, casi de ingravidez, como si el viento te estuviera meciendo en una cuna gigante. Puedes estirar los brazos, girar, sentir el aire contra tu piel, un cosquilleo constante y vibrante. Es pura adrenalina, el aire te golpea la cara y el pelo, y el sonido del viento es lo único que escuchas, fuerte y envolvente, como si estuvieras flotando en una burbuja de energía. Es una experiencia para sentir con todo tu cuerpo, pero no para observar fauna alada.

Ahora bien, si eres un amante de las aves y estás en Dubái, ¡no todo está perdido! Fuera de la burbuja de iFly, Dubái tiene sus propias sorpresas aladas. Puedes ver y escuchar golondrinas comunes, gorriones domésticos y palomas collarinas en casi cualquier parque o zona verde. Si te acercas a las zonas costeras o a los manglares, como los de Ras Al Khor Wildlife Sanctuary (que está relativamente cerca de iFly, en coche), el panorama cambia radicalmente. Allí, con un poco de paciencia, podrías avistar flamencos rosados, garzas, cormoranes e incluso algunas aves migratorias si es la temporada adecuada. Es un contraste fascinante con la experiencia de volar en el túnel.

Para ver aves en su hábitat natural, busca un lugar tranquilo y aléjate del bullicio. En Ras Al Khor, por ejemplo, hay observatorios de aves específicos donde puedes quedarte en silencio, sintiendo el calor del sol en la piel y escuchando los sonidos del agua y el aleteo lejano. El mejor momento para la observación de aves en Dubái es temprano por la mañana, justo después del amanecer, o al final de la tarde, antes del anochecer. Es cuando las aves están más activas, buscando alimento o regresando a sus nidos. La luz también es más suave y las temperaturas más agradables, lo que hace que la experiencia sea mucho más placentera. Recuerda llevar unos buenos prismáticos.

¡Hasta la próxima aventura!

Olya from the backstreets