¡Hola, trotamundos! Si hay un lugar en París que me hace sentir que el tiempo se estira y respira, ese es el Parc de Bercy. No es tan famoso como otros, pero créeme, tiene un alma que te abraza. Si fueras mi amigo y te guiara por aquí, te diría: "Vamos a empezar por donde la ciudad empieza a susurrar y el verde te llama".
Para mí, el punto de partida ideal es cerca de la Cinémathèque Française, un edificio con una arquitectura que te hace detenerte y sentir su peso, su historia. Llegar en metro a Bercy o Quai de la Gare te deja a solo unos pasos. Una vez allí, imagina que la brisa empieza a acariciarte la cara, trayendo el leve olor a tierra húmeda y hojas. Escuchas el murmullo lejano del tráfico que, poco a poco, va cediendo el paso al trino de los pájaros. Aquí no hay prisa.
Desde la Cinémathèque, te guiaría hacia los Jardins de la Passerelle, la zona de los jardines temáticos. Cierra los ojos un momento y concéntrate: ¿sientes el cambio bajo tus pies? De la acera lisa, pasamos a un camino ligeramente más irregular, de gravilla fina. Aquí, cada "habitación" del jardín tiene su propio carácter. Te diría que te acerques al jardín de los sentidos: ¿puedes percibir ese aroma a lavanda, a romero? Estira la mano y toca las hojas, siente sus diferentes texturas, algunas suaves, otras rugosas o cerosas. Luego, nos adentraríamos un poco en el laberinto de setos, donde el sonido de tus propios pasos se amplifica y el mundo exterior parece desaparecer por un instante. Es un lugar para el descubrimiento lento, para dejar que tus sentidos te guíen.
Al salir de los jardines temáticos, nos adentraríamos en el corazón del Parc de Bercy, la parte más "romántica". Aquí, el espacio se abre, los árboles son más grandes y majestuosos. Siente cómo la luz del sol se filtra entre las hojas, creando un patrón cambiante de sombras en el suelo. El camino se vuelve más suave, a veces de tierra batida, otras de césped bien cuidado. Escucha el susurro del viento entre los álamos, un sonido que te envuelve y te invita a la calma. Si buscas un rincón para simplemente ser, este es el lugar. Hay bancos aquí y allá, perfectos para sentarse, estirar las piernas y simplemente sentir el aire en tu piel. No hay prisa, solo la invitación a respirar hondo.
Continuando nuestro paseo, nos dirigiríamos hacia los Jardins de la Villette, la parte más ornamental y formal del parque. Aquí, la geometría y el orden toman el control, pero con una belleza serena. El aroma dulce de las rosas, en temporada, es algo que no te puedes perder; es embriagador. Sentirás la diferencia en el suelo de nuevo: ahora son caminos anchos y lisos de piedra, pulidos por miles de pasos. Escucha el suave murmullo de una fuente o el eco de alguna risa lejana. Es un lugar para apreciar la maestría del diseño, para pasear con un sentido de propósito, pero sin perder la conexión con la naturaleza que te rodea. Aquí, los paseos son más directos, ideales para un buen ritmo si te apetece.
Y para terminar, el broche de oro: Bercy Village. Cruza la pasarela y, de repente, el ambiente cambia. ¡Siente el empedrado bajo tus pies! El sonido de las conversaciones, el tintineo de las copas, el aroma a café y a bollería recién hecha te envuelve. Las antiguas bodegas de vino, ahora convertidas en tiendas y restaurantes, conservan una calidez rústica. Aquí es donde te diría: "Es hora de disfrutar". Puedes sentarte en una terraza, sentir el calor del sol en tu rostro mientras disfrutas de una bebida o un bocado. Es un lugar vibrante, perfecto para absorber la atmósfera parisina de una forma diferente, más relajada y con un toque histórico. Si vienes a media tarde, es ideal para un aperitivo. Para salir, la estación de metro Cour Saint-Émilion está justo en el corazón del pueblo.
En cuanto a lo que "saltar", no es que haya algo que evitar, pero si tu tiempo es limitado, el Accor Arena (la gran sala de conciertos) es solo una mole de hormigón si no hay un evento. Puedes pasar de largo sin detenerte. Lo importante es que te tomes tu tiempo en los jardines y, sobre todo, que termines en Bercy Village, es la recompensa perfecta. El parque es bastante plano y accesible, así que puedes moverte con facilidad.
¡Hasta la próxima aventura!
Léa de camino